En esta ocasión, por falta de tiempo, he decidido hablar de un tema que me es familiar. Como soy miembro del Comité EH-Donbass, he decidido escribir sobre la guerra de Ucrania.
Me acercaré a este tema desde el punto de vista histórico. Algunos dices que esta guerra la libran por un lado la “nación ucraniana” y por otro los “rusos”. Denominando como “rusos” a un bando se puede referir cualquier cosa a conveniencia, una invasión del Estado ruso –que no ha ocurrido- o a los propios habitantes del Donbass. A pesar de que esta segunda acepción no es una premisa objetivable falsa, como opinión puede ser mucho más peligrosa, ya que puede dar la impresión de que los habitantes del Donbass son “extraños” o cuya identidad ha sido mutada producto de la supuesta “rusificación” de Rusia o la URSS, haciendo la guerra cual cuerpo enquistado a la “nación originaria” o “legítima”. En el País Vasco también se han oído de tanto en tanto opiniones de ese tipo.
En nuestra opinión no se ha dado una “guerra expansiva” de Rusia, sino sobre todo una combinación de dos factores. Por un lado, el golpe de Estado fascista (o fascistoide) de 2019 ha abierto una sima entre las dos partes de Ucrania. Pero para que se abriese una sima antes ha debido de haber grietas. Y en este caso las grietas existían, esto en, entre 1991 y 2014 en Ucrania había dos “naciones” o “protonaciones” totalmente diferentes, con puntos de vista diferentes o antagónicos sobre la historia, acontecimientos históricos o personajes históricos. Y es que durante la historia, una nación diferenciada llamada “Ucrania” jamás ha dispuesto (y menos como Estado independiente) de las fronteras que tenía hasta 2014 que incluían a tierras tan diversas como Galitzia y Donbass, Volinia y Zaporizhia, Járkov y Odessa: esas fronteras son producto de la URSS.
Las Ucrania actual (bueno, la anterior al 2014) es un territorio compuesto por tierras con una historia muy dispar: integraba a territorios con muy poca relación histórica con Rusia (Galitzia), tanto las que por primera vez en la Edad Moderna fueron incluidas en una entidad política centrada en Kiev por la URSS (Járkov, Crimea, Táurida). En zonas geográficas tan diversas con historia tan diferente es natural que surjan diversas visiones históricas, ya que cada parte ve la “ucraniedad” de manera muy diferentes. Entre 1991 y 2014, el Estado ucraniano falló al crear una narrativa inclusiva para las dos partes. No cerró las grietas.
En este artículo me centraré en este segundo punto; ya que en la base de las opiniones manipuladas sobre el Donbass están ciertas interpretaciones interesadas sobre estas “grietas”: existe supuestamente una única nación “natural”, “Rusia” al parecer no ha aceptado que se haya “liberado”, “Rusia” y su supuesto expansionismo han “envenenado” a algunos ucranianos para mantener el control sobre Ucrania, y el movimiento del Maidan fue por tanto, una respuesta a esta situación (se pueden leer este tipo de interpretaciones en un manifiesto firmado por algunas personas conocidas de la izquierda catalana: el Maidan fue un movimiento nacional de respuesta a la “dominación stalinista”) Por tanto, leen la revuelta del Donbass responde supuestamente a “dinámicas externas”. Intentaremos refutas esta visión en las siguientes líneas.
Como he dicho, el mapa actual de Ucrania, en gran parte, es un producto del siglo XX: También la palabra “ucraniano” es un producto de la modernidad, de hecho el significado original la palabra “Ucrania” es “territorio de frontera” (esto es, parecido a los que los francos llamaban “marca”). Todas las naciones son un producto de la modernidad, pero en este caso merece la pena detenerse en el caso del proceso de formación de la nación ucraniana para entender de dónde surge la mencionada grieta.
En gran medida, la creación de una entidad política llamada “Ucrania” fue garantizada por la Revolución Rusa. No queremos decir aquí el pueblo ucraniano sea un invento. O sí, porque prácticamente todas las naciones son un invento. Pero existir, existe, por tanto no debatiremos eso. Lo que queremos decir es que de desarrollo de Ucrania en gran medida ha ocurrido junto a Rusia, sobre todo en el siglo XX. Examinemos esto.
El nacionalismo ucraniano considera dos hitos fundacionales de su nación: el Estado de la Rus de Kiev entre los siglos IX-XIII y el para-Estado de los cosacos de Zaporizhia en el siglo XVII. La Rus de Kiev fue el “Estado” de todos los eslavos orientales (fue un Estado pre-feudal, de la nobleza, pero para simplificar digamos que fue el primer Estado de los eslavos orientales), que fue desintegrándose en diferentes feudos en el siglo XII, conquistado por las invasiones mongolas (desde el este) y polacas (desde el oeste) durante el siglo XIII. Durante la época de la Rus de Kiev no había diferencias lingüísticas entre los diferentes eslavos, por tanto, tanto ucranianos, como rusos, como bielorrusos lo pueden reclamar como “antecesor” de sus Estados. Sus habitantes eran conocidos como “rusin” (rutenos o rusinos en adaptación a idiomas occidentales) o “ruski”, ya que no había aparecido todavía el demónimo “ucranianos”. En los siglos XIII-XIV, un feudo rusino, en torno a Moscú fue liberándose del dominio mongol, formando Moscovia. El nuevo centro de la “Rus” se desplazó a Moscú, y un poco más tarde, en el siglo XV aparecieron los conceptos “Rusia” y “ruso” (Rossiya y ruski) como evolución de los anteriores Rus y ruteno/rusino. Por otro lado, los rusinos de la actual Ucrania, en el siglo XIV cayeron bajo el dominio del Gran Ducado de Lituania (se trataba de un Estado eslavo, “antecesor” de la actual Bielorrusia), y en el siglo XV bajo Polonia. Fue en esa época cuando comenzaron a parecer ciertas diferencias lingüísticas entre los rusos y los rutenos. Además, como los polacos disponían de otra religión –el catolicismo romano- y pretendían imponerla, fue otro factor de diferenciación (en Ucrania la religión mayoritaria es la ortodoxa, pero en Galitzia el catolicismo es hegemónico). Por otra parte, el Sur de la Ucrania actual y Crimea quedaron bajo los turcos, fuera de la esfera eslava hasta el siglo XVIII.
La utilización más frecuente de la palabra “Ucrania” comenzó entre los siglos XVI y XVII, para nombrar las tierras entre las fronteras de Turquía, Rusia y Polonia; la palabra significa eso mismo, “comarca fronteriza” (en idiomas eslavos la palabra “Krajina” significa frontera o zona fronteriza, en los Balcanes también existen varias “krajinas”). Esa palabra al principio era un concepto geográfico: los “ucranianos” eran quienes vivían en ese “país fronterizo”- Esa comarca fronteriza era el centro de la Ucrania actual, entre los dos márgenes del Dnieper, esto es la oeste del Donbass, ya que entonces la zona del Donbass estaba controlada por Rusia. Una curiosidad, entonces, dentro del Imperio Ruso, actualmente en la provincia ucraniana de Járkov, existía una zona, llamada “Slobidna Ukrayina”, esto es “Ucrania Libre” o “Territorio Fronterizo Libre”; “libre” porque se entendía que se había liberado de los católicos polacos.
Los territorios fronterizos suelen ser muy atractivos para los camperinos-soldados aventureros, en Ucrania también aparecieron, los llamados cosacos; quienes se agruparon en colectividades cada vez más amplias. Así crearon su gran organización política, la Horda Cosaca de Zaporizhia. Un político ultraderechista de Galitzia, en Ucrania Occidental, Oleh Tiahnybok-quien fue uno de los dirigentes del Maidan-, declaró que esta Horda fue “el primer Estado ucraniano”. Si fue así o no, yo no lo sé y no lo resolveré aquí. Pero si es ceirto hay que hacer dos acotaciones: primero, que las tierras de la Horda de Zaporizhia eran muchos más pequeñas que la Ucrania actual, que sólo comprendían la cuenca del Dniéper –ni Donbass, ni el Sur-; y segundo, que en esa Horda sólo aceptaba a ortodoxos. Si la afirmación de Tiahnybok es cierta, los galitzianos, él incluido, quedarían fuera de la nación ucraniana por ser católicos.
En 1648, la Horda de Zaporizhia, y en general los rutenos de Ucrania se sublevaron contra Polonia, sobre todo por motivos religiosos, en defensa de la ortodoxia. Así pues, no es raro que en 1654 esa Horda firmase un acuerdo de integración con el “hermano ortodoxo”, con Rusia a cambio de una amplia autonomía. Esto trajo una guerra entre Rusia y Polonia, en la cual las tierras de Rusia y la Horda de Zaporizhia llegaron hasta el Dniéper, incluyendo Kiev. Puede ser que esta sea la razón por la que se establece una continuidad entre los zaporogos de entonces y los ucranianos de hoy. Sin embargo, entonces comenzaron a utilizar otro topónimo: “Pequeña Rusia” (Malorossia), en los idiomas eslavos “pequeño” significa “del centro” (centro respecto a la antigua capital Kiev) [1]; y a sus habitantes “pequeñorrusos” o malorossii (en singular, maloros). No podemos decir aquí que la alianza entre el Imperio Ruso y los zaporogos fuese una balsa de aceite, ya que vivió tiempos de más tranquilidad y tiempos de revuelta, haciendo que debido a estos últimos, Catalina la Grande disolviese la Horda a finales del siglo XVIII. Pero sí hay que decir que la alianza entre los rusos y los zaporogos llevó las fronteras de Malorossia al otro lado del Dniéper, estableciendo así –y quizá de manera inconsciente, sin que pensasen en la creación de una nación diferente a la rusa- las bases de la actual integridad territorial de Ucrania.
Imagen 1: Tierras de la Horda de Zaporizhia (en morado) y tierras ganadas a Polonia en alianza con Rusia (en verde). Como vemos, el sur de Ucrania queda fuera.
El siglo XIX fue el siglo de las naciones. En toda Europa apareció la “nación” como sujeto histórico. Los intelectuales pensaban en “elpueblo” –como sujeto interclasista- y creando y formando “pueblos”; sobre todo el “pueblo-nación”. Así lo que hasta entonces habían sido meras colectividades humanas atravesadas por diferencias estamentales, regionales o religiosas comenzaron a tomarse y a pensar como parte de dichas “naciones” o “pueblos”. También en Ucrania. El historiador Mykola Kostomarov fue el primero en plantear la nacionalidad en el caso de la Pequeña Rusia: su libro, de manera significativa, se titulaba Dos nacionalidades rusas[2]. Otro historiador, Mijailo Hrushevski, planteó la continuidad del pueblo ucraniano como capa histórica debajo de y a pesar de las diferentes formaciones estatales que pasaron por Ucrania: el pueblo ucraniano, que era el mismo, permaneció allí durante siglos; sus tesis son la base de la historiografía nacional ucraniana. Pero fue mucho más famoso el poeta Taras Shevchenko, conocido como el “padre de la nación ucraniana”. muy respetado en la URSS por su defensa de los campesinos –sus trabajos formaban parte del currículum escolar de toda la URSS-. Fue en este tiempo cuando se dio el cambio de demónimo, ya que “pequeñorruso” no era un demónimo adecuado para reclamar la existencia de un pueblo diferenciado del ruso. Así, lo que hasta entonces era una denominación geográfica, “ucraniano” pasó a ser un demónimo. Los malorossii pasaron a ser ukrayintsi (en singular ukrayinets).
Aun así, debemos de tener en cuenta que la identidad ucraniana se desarrolló sobre todo en base a Malorossia. En las comarcas que no formaron parte de ésta, como Donbass, o Crimea y Táurida conquistadas por Catalina la Grande a finales del siglo XVIII, que se repoblaron con gente de todo el Imperio Ruso –pequeñorrusos, granrusos y rusos blancos-. Catalina la Grande bautizó esas tierras como Novorossiya (Nueva Rusia), un concepto muy utilizado en el Donbass entre 2014-2016.
La estructuración política de Ucrania ocurrió junto a la Revolución Rusa. Hubo dos impulsos para ello: el nacionalista y el comunista. Los nacionalistas, liderados por Mijailo Hrushevski, tras la revolución de febrero de 1917 pidieron la autonomía, y acabaron por conseguirla: el Gobierno Provisional aceptó el Parlamento ucraniano (la llamada Rada) y la autonomía misma. Pero con la Revolución de Octubre el Gobierno Provisional desapareció, y a consecuencia de ello aparecieron dos legitimidades de Ucrania: la de la Rada y la de los Soviets. La Rada no reconoció la Revolucion de Octubre y proclamó la “República Nacional Ucraniana” con un programa socialista moderado, esto es, con un programa parecido al que trataron de imponer en Rusia los dirigentes de la revolución de febrero –revolucion burguesa, reparto moderado de tierras, representación parlamentaria en lugar de poder soviético…-, consiguiendo así el apoyo de la pequea burguesía y los pequeños propietarios campesinos. Paradójicamente, los nacionalistas mantuvieron vivas las ideas del “consenso de febrero” tras Octubre en Kiev, o por lo menos lo intentaron en el corto periodo que tuvieron el poder. Eta República se consideraba “federal”, pretendía construir la “República federal” con los Gobiernos donde la Revolución Proletaria no llego en primera instancia [3] (incluso plantearon que la Asamblea constituyente se reuniese en Kiev). Fue esto, y no discusiones sobre la independencia o la autodeterminación la causa de la disputa entre la Rada y los bolcheviques, como bien expresan las cartas de Lenin y Stalin de entonces. En las cartas de ambos no aparece en ningún caso la negación del pueblo ucraniano y su autodeterminación, sino la afirmación de ambos[4].
La proclamación de la independencia de esta República ocurrió en febrero de 1918, para granjearse el apoyo de Alemania. Pero en enero de 1018, los soviets ucranianos, reunidos en Járkov, proclamaron la República Soviética Ucraniana. Así se extendió la Revolución a Ucrania, tomando Kiev a finales de enero (por tanto cuando la República Nacional Ucraniana proclama su “independencia” en febrero de 1918 no controlaba apenas ninguna parte de Ucrania). Esa República Soviética Ucraniana, independiente –se federó con Rusia al crearse la URSS 1922- fue el primer Estado en tener una jefa de Estado mujer (excluyendo las aristócratas): Yevgeniya Bosh. Es cierto que esa República no duró mucho en primera instancia, ya que en marzo de 1918, los alemanes, en virtud del acuerdo de Brest-Litovsk invadieron Ucrania poniendo de nuevo en el poder a los nacionalistas, primero a la Rada y después al dictador Skoropadski.
Pero el poder de los nacionalistas se esfumó cuando su principal sostén, Alemania, perdió la I Guerra Mundial y se retiró de Ucrania. A partir de enero de 1919, en los acontecimientos que se desarrollaron entre 1919-1921 en la Guerra Civil en Ucrania, no fueron ya un actor de primer orden: tuvieron muy poco apoyo (limitado a Ucrania Occidental) en comparación con los rojos bolcheviques, blancos contrarrevolucionarios y negros majnovistas. Es cierto que en 1920, en alianza con el Ejército polaco pudieron conquistar Kiev (es decir, en 1920 repitieron con los polacos la alianza hecha en 1918 con los alemanes), pero sólo duraron un mes, ya que perdieron la ciudad tras el contraataque rojo. Y es normal que sucediese así, ya que la revolución, al desarrollarse, polariza las clases y tritura políticamente a la pequeña burguesía. Por tanto, la base social del nacionalismo ucraniano se evaporó.
A partir de 1920, una vez que finaliza la Guerra Civil se afianzó el primer Estado ucraniano con cierta continuidad histórica, la República Socialista Soviética de Ucrania. El hecho de que ese Estado incluyese el Donbass y el Sur de Ucrania, fue precisamente el hecho más decisivo a la hora de configurar el mapa de Ucrania que ha durado hasta 2014. Curiosamente, salvando a Crimea que entró a formar parte de Ucrania en 1954, las ultimas regiones en entrar en Ucrania son las hoy muy nacionalistas Galitzia y Volinia, que entraron en 1939.
[1] La Rusia actual era conocida como “Gran Rusia”, esto es, la “Rusia lejana”. La palabra Bielorrusia significa en cambio “Rusia Blanca” esto es, la “Rusia del Norte”.
[2] Las ideas de Kostomarov tuvieron un gran predicamento en la Galitiza ocupada por el Imperio Austriaco. Austria estuvo muy interesada en desarrollar la identidad rutena, como contrapeso al nacionalismo polaco, muy poderoso y combativo entonces. Paradójicamente, en el movimiento ruteno de Galitzia, junto al nacionalismo ucraniano se desarrolló un movimiento rusófilo, ya que para muchos rutenos, acercarse a Rusia era la mejor opción para conservar o fortalecer la identidad rutena. La lucha intelectual entre ambas facciones rutenas duró hasta la Primera Guerra Mundial, cuando Austria exterminó a los rusófilos.
[3] Contra la visión mayoritaria y algo “vulgar” que se suele difundir, la Revolución Rusa no extendió automáticamente el poder soviético una vez proclamado en Petrogrado. En muchas ciudades, pararon unos días, semanas incluso meses hasta que se diese un cambio de alianzas o mayorías en los soviets locales o hasta que estos proclamasen el poder soviético. La destrucción del antiguo Estado ruso y el proceso de construcción del Estado soviético en sus ruinas son dos cosas diferentes. En algunas zonas de Rusia los soviets locales no tuvieron fuerza para proclamar el poder soviético, esas zonas fueron las bases de los primeros Gobiernos blancos.
[4] Ver por ejemplo, este, este y este texto de Lenin. Ver también este, este y este texto de Stalin.