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Recuerdo que, cuando desalojaron el Gaztetxe Maravillas en 2018, UPN proclamaba que "los okupas no podían ganar", exigiendo que se mandase a la policía cuanto antes para expulsar a las jóvenes por la fuerza. EH Bildu, en cambio, reivindicó una salida "dialogada". Esto se debe a que, en aquella época, a pesar de tener la alcaldía de Iruñea y formar parte del gobierno cuatripartito de Nafarroa (Geroa Bai, EH Bildu, Podemos e IU), EH Bildu pudo aprovecharse de que la decisión de enviar a los forales correspondía a Geroa Bai para quitarse el marrón de encima y criticar el desalojo como si estuviera en la oposición.

No se atisba nada de aquel discurso hoy en su gobierno municipal de Burlata. El ayuntamiento ordenó el desalojo del Gaztetxe para el 15 de marzo, para echar a la Gazte Asanblada sin ninguna alternativa. Y cuando las jóvenes se han encadenado en el consistorio para defender su espacio de reunión y organización, la alcalde ha afirmado que por ella pueden quedarse ahí y que no va a firmar ninguna alternativa de cara a asegurar un Gaztetxe. Les dieron mantas a las jóvenes para que pasasen la noche a la intemperie con temperaturas alrededor de los 0 grados, con el objetivo de que la Gazte Asanblada ceda por el frío de sus compañeras. Estas son prácticas desokupas propias de UPN, no de quienes defienden una Euskal Herria alternativa y de izquierdas. De reír por no llorar.

De igual manera está actuando EH Bildu ante el monumento franquista de Los Caídos, los desahucios, la represión policial… Si dice una cosa y hace la contraria, ¿qué diferencia hay con los partidos de siempre?

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