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(Traducción)


El jueves fue un día lluvioso. Sin embargo, la multitud se acercó a las manifestaciones organizadas por Itaia. Bajo el lema «frente a la violencia machista, construir el Socialismo», más de 2.000 personas se reunieron en las calles de Bilbao, San Sebastián, Vitoria y Pamplona; con un mensaje claro: 1) en el modelo productivo capitalista no se puede evitar la violencia machista; y 2) los estados burgueses no pueden apoyar a las víctimas de la violencia machista. Porque la burguesía no puede, pues, combatir la violencia machista, proclamaron las miembros de Itaia Construcción del Socialismo. Pero el sentido de esta reivindicación es doble: por un lado, el Socialismo como desaparición de toda forma de dominación, es decir, como un periodo histórico que anule las causas estructurales capitalistas de la violencia machista; y, por otro, el del programa político del Socialismo, que puede empezar a materializarse desde hoy (por eso «construir el socialismo»).


Si la violencia machista tiene diferentes dimensiones (tanto las causas estructurales como las manifestaciones directas más severas), el Socialismo es, según los miembros de Itaia, una solución integral al problema. Una elección política que asume las causas y efectos de la violencia machista, las cuestiones políticas y culturales, el simbolismo estructural y los puñetazos, así como las cuestiones éticas y militantes, que es todo. Quisieron dejar claro, de este modo, que el Socialismo no abandona ninguna «realidad» relacionada con la violencia machista; se le ha atribuido en numerosas ocasiones y que sólo reconoce la importancia política a un objetivo general y abstracto (descuido otras cuestiones). Los comunistas, sin embargo, no nos fijamos, cegados, en un solo lado del problema; sino que señalamos los límites de las ideologías que afirman que la intervención en los problemas parciales es el camino para resolver la cuestión general (por ejemplo, la de la violencia machista). Para nosotros, pues, el sentido de las luchas parciales es el mismo de la Dictadura del Proletariado. Porque sin una organización política fuerte ninguna solución perdurará en el tiempo, mientras que la Dictadura del Proletariado consiste en la socialización de los recursos políticos y económicos universales, que garantizará la libertad e igualdad de todos para combatir todas las opresiones. Y la misma libertad e igualdad para combatir toda opresión.