La histórica organización Ikasle Abertzaleak (IA) actuará a partir de ahora bajo el nombre de la Organización Estudiantil Socialista (IAS) de Euskal Herria. Lo que era la hipótesis de la mayoría de la militancia desde hace más de diez años y desde hace tres congresos, es decir, que IA debía aportar para abrir una vía revolucionaria, se ha concretado de esta manera al cabo de una década. Desde entonces la aportación ha sido enorme. Y es que la base militante de Euskal Herria corría el riesgo de quedar en nada, y entre otras, IA ha sido importante para mantener viva la hipótesis revolucionaria. Conservarla y actualizarla.
La revisión crítica del ciclo político anterior constituye una de las principales funciones de cualquier movimiento revolucionario. No hay que confundir crítica con acusaciones personales, es crítica estratégica. De hecho, todos los intentos revolucionarios realizados en el anterior ciclo político han puesto las condiciones para que exista un nuevo ciclo. A partir de ahí, hace una década, una multitud de jóvenes procedentes del entorno de la Izquierda Abertzale abandonaron la nueva estrategia basada en el reformismo y se lanzaron a desarrollar hipótesis revolucionarias y críticas. Recuperaron el comunismo, y las críticas tanto al interclasismo como al etapismo adquirieron centralidad desde los orígenes del Movimiento Socialista. La burguesía nacional se ha revelado a lo largo de la historia contemporánea de Euskal Herria como más un obstáculo que un compañero de viaje para la clase trabajadora, tanto de cara al logro de la independencia como de la construcción del socialismo. La estrategia por fases no ha supuesto ni lo uno ni lo otro, tanto de cara al logro de la independencia como, por supuesto, de la construcción del socialismo. Como dijeron el sábado los militantes de IAS en Berriozar, la estrategia del comunismo es internacional y el comunismo consecuente es un movimiento para acabar con todas las opresiones. En Euskal Herria es prioritario acabar con la opresión nacional. Todo ello se concreta en la organización propia y en las reivindicaciones a favor de la autodeterminación y del Estado Socialista Vasco.
Hay una generación fuerte dispuesta a aportar, a través de IAS, a la construcción del socialismo. En un contexto en el que las ideas fascistas y retrógradas cobran fuerza, las tendencias opuestas deben crecer y convertirse en hegemónicas. Todo esto no vendrá de la mano del reformismo, sino por la vía de las generaciones juveniles comunistas. A todos los militantes de IAS: gracias por mantener viva la llama de la revolución. Nos tendréis al lado en esta nueva etapa.