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(Traducción)

Fueron muy exitosas las movilizaciones que Itaia, la Organización Socialista de las Mujeres, organizó a raíz del 25 de noviembre. Así, el pasado miércoles mucha gente decidió unirse a los llamamientos de esta organización; en diferentes pueblos y ciudades de Euskal Herria miles de personas se movilizaron bajo el lema de «contra la violencia machista, organicemos las capacidades socialistas». Por ahora parece que Itaia ha recorrido un camino corto pero fructífero.

Después de haberse tomado seriamente la investigación teórica y el trabajo ideológico, en octubre dieron a conocer el cambio organizativo que darían. De algún modo, la red de mujeres que tenía como objetivo el debate, el estudio y la politización, ahora avanza con el objetivo de convertirse en medio de lucha que se pueda afianzar en cualquier sitio y, como organización, ha apostado por la unidad política y estratégica junto con las demás organizaciones que apuestan por la revolución socialista. De hecho, según los comunicados que ha publicado Itaia, el contexto económico y social en el que vivimos puede perjudicar fuertemente el modo de vida de la mujer trabajadora, y sobre todo el de las proletarias. A causa de la situación crítica y con la intención de hacer frente a los menosprecios y ataques que sufren las mujeres trabajadoras han optado por el compromiso de la organización política.

Las compañeras de Itaia han realizado muchas presentaciones estas últimas semanas; en ellas han presentado sus bases teóricas y estratégicas y, a la par, han dejado claro que la emancipación real de la mujer solamente se puede conseguir con el trabajo militante diario. En consecuencia, aunque es muy positivo que el 25 de noviembre se hayan realizado movilizaciones multitudinarias bajo los términos discursivos que planteó Itaia, no está de más subrayar que dicha organización operara bajo una cultura militante basada en la responsabilidad y el compromiso político; es decir, su actividad no se limitará a los simbolismos y consignas vigentes. La fuerza de Itaia reside en la organización comunista y trabajará, hará política, bajo la comprensión comunista: actuará por la perspectiva estratégica del Estado Socialista Vasco para que algún día todos tengamos condiciones igualitarias y prósperas, entendiendo en todo momento que la liberación de la mujer trabajadora y la liberación universal de la humanidad es un único proceso, y que, por lo tanto, la primera no puede ser consecuencia de la segunda. Ahí podría hacer Itaia su mayor contribución, visibilizando que la lucha por la mejora de las condiciones de vida de la mujer trabajadora comienza desde hoy y que no existe ninguna excusa para postergarlo. De esta manera, su influencia es positiva: por un lado, aporta cuantitativamente a la estrategia socialista general y, por otro lado, condiciona cualitativamente la revolución socialista, para que la revolución sea realmente socialista.