(Traducción)
La Herri Unibertsitatea tiene una enorme importancia para los comunistas. Es una fecha que nos reúne todos los años hacia marzo, en la cual las responsabilidades y tareas de los militantes, el mismo proceso de aprendizaje de la universidad, el trato entre los ponentes y los estudiantes y, por supuesto, los debates, desacuerdos y aprendizajes, parecen propios del modelo de educación socialista. Es por ello por lo que la Herri Unibertsitatea suele tener indicios del futuro, que está en deuda con su pasado reciente: los que nos hemos unido a la estrategia socialista hoy por hoy hemos logrado un nivel organizativo significativo, en cambio, hace tres-cuatro años, el contexto político era completamente distinto. Es decir, no era posible plantear la opinión comunista con la misma facilidad con la que podemos hacerlo ahora, ya que solo tenía legitimidad para la argumentación (esto es, respeto y reconocimiento social) en unos espacios de debate concretos (por ejemplo, en la página web Borroka Garaia Da).
Entonces no teníamos referentes políticos cerca, cuando el vínculo entre la tradición socialista y las nuevas generaciones jóvenes de Esukal Herria era ínfima, esos años en los que no sabíamos qué leer, cuando nadie podía calmar nuestras ansias de saber y de luchar, fue ahí cuando la Herri Unibertsitatea se convirtió en el bastión de la inquietud revolucionaria. La voluntad revolucionaria también encontró refugio en la crítica y en el estudio.
La crisis económica, por un lado, y la crisis política causada por la derrota de la Izquierda Abertzale Oficial por otro… así pues, para los jóvenes de entonces, no había una dirección estratégica clara, y, por ende, tampoco ninguna propuesta organizativa atractiva que fuera efectiva. Y en ese ambiente donde la oposición y las ganas para el debate imperaban, los estudiantes de la universidad, y otros muchos jóvenes que no eran estudiantes, tuvieron la oportunidad de debatir sobre política y cuestionar decisiones estratégicas en la Herri Unibertsitatea, a salvo de obstrucciones partidistas. Durante estos últimos años se han recogido diferentes experiencias y perspectivas en la Herri Unibertsitatea, que ha sido fundamental para la expansión de la estrategia revolucionaria comunista, ya hegemónica en ciertos espacios. Por lo tanto, es mayúscula la contribución que la Herri Unibertsitatea ha hecho a la organización comunista, tanto las «locales» como las «nacionales».
Lo que para nosotros es tan importante es insignificante para la UPV, esta es la razón de su intento de sabotaje. Así, el éxito de la Herri Unibertsitatea está en manos de la militancia y, a pesar de los obstáculos, llamamos a que el siguiente martes y miércoles (16 y 17 de marzo) acudáis a Gasteiz. Además de eso, creemos que la UPV aun está a tiempo, por lo que puede hacer caso a los organizadores de las jornadas y ofrecer unas aulas adecuadas. La voluntad de los organizadores es firme: cumplirán las medidas de seguridad, pero para ello les es indispensable una infraestructura apropiada, con las mismas dimensiones que la Herri Unibertsitatea. Los que pretenden ir a la Herri Unibertsitatea, en cambio, no entran en aulas para 18 personas; de nuevo, nos han menospreciado. Acerquémonos, pues, todos a Gasteiz y hagamos posible la educación de la libertad política.