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(Traducción)

Esta última semana han sido numerosas las movilizaciones que se han hecho para mostrar apoyo a Pablo Hasel; de hecho, desde que detuvieron a Hasel no se ha hecho más que exigir su puesta en libertad en diversas ciudades y pueblos del estado español. La multitud ha tomado las calles en Cataluña, en Euskal Herria, en Madrid… por lo que, la detención de Hasel, la persecución policial que ha sufrido, ha tenido un gran eco. Lo sucedido es objeto de conversación en los programas de televisión, los locutores de radio hablan de las manifestaciones y las concentraciones y, rap de por medio, Hasel también ha conseguido la atención de los más jóvenes. Así, el encarcelamiento del cantante ha enfurecido a mucha gente, más aún cuando la unidad identitaria entre la democracia y la dictadura económica burguesa es muy visible.

Las supuestas medidas sanitarias que se han tomado desde que comenzó la pandemia, la policía, y a su vez, la hipocresía y la impotencia de los partidos socialdemócratas han mostrado la falta de libertad política de la clase trabajadora, es decir, su dependencia de clase y el carácter dictatorial de la democracia burguesa. Por ejemplo, difícilmente se pueden justificar lo que las fuerzas policiales han hecho estos últimos meses: han militarizado pueblos y carreteras, han atacado a la gente que estaba en su derecho de estar en la calle, amenazas y palizas, multas e insultos, han cargado contra movilizaciones que estaban permitidas, y hasta han disparado a mas de uno. Las medidas sanitarias y los protocolos de seguridad, en teoría, no tendrían que traer nada de esto. No, al menos, las que se preocuparían de la salud de las personas. Sin embargo, durante este último año las soluciones del gobierno español (con el apoyo de los demás partidos) se han centrado en la barbarie y la violencia, y hoy por hoy el proletariado tiene claro que todos estos partidos y políticos, lo sepan o no, están reparando al bienestar económico del modelo de producción burgués.

La detención de Pablo Hasel ha sido lo siguiente: otro ejemplo que deja en evidencia la dictadura. Y esto ha chocado con el enfado de la clase trabajadora, con el odio y la inquietud que muchos han contenido durante largos meses. Es por ello por lo que ha habido enfrentamientos en las movilizaciones de esta semana, porque la policía trabaja al servicio de la dictadura burguesa y muchos trabajadores están hasta las narices. Y ahora no es el momento de dar un paso atrás; los comunistas debemos asegurar una comprensión más profunda de todas estas evidencias de la opresión burguesa, fomentemos y fortalezcamos el compromiso para con el Partido Comunista entre los trabajadores. Pues, este es el momento para seguir movilizándonos, para seguir luchando y para ofrecer medios organizativos a aquellos que estén enfadados, para luchar por el futuro del proletariado frente a esta barbarie.