FOTOGRAFÍA / Aitor Arroyo
2022/05/04

Durante los últimos años, las trifulcas políticas mediatizadas entre el Movimiento Socialista y la Izquierda Abertzale han sido tan duras como abundantes. Llamémoslas trifulcas, porque calificarlas como debates puede ser un insulto a la inteligencia en la mayoría de los casos. Es condición básica de la lucha entre ideas la de construir esta misma sobre términos políticos. Cualquier organización que se considere política debe tomar lo dicho por el adversario, e intentar añadir argumentos propios que se le preponderen cualitativamente. Por ello, la discusión entre dos organizaciones debería servir para clarificar posiciones e hipótesis diferentes, ya que se supone que los argumentos que se exponen en ella deberán ser, justamente, políticos. Si se quiere actuar honestamente, las tesis planteadas deberían servir para identificar hipótesis, proyectos estratégicos o tácticas propias. La chistología, los insultos y las difamaciones pueden, por tanto, servir para atacar una posición política, pero no llenan el contenido del debate mediante la clarificación de las posiciones de cada uno. La única posición que muestran tales actitudes es la voluntad por neutralizar al otro, alimentando una cultura política que se basa en encubrir miserias propias y aniquilar al adversario sin ningún principio ético.

Para el Movimiento Socialista, arrancar argumentos políticos a la Izquierda Abertzale ha sido un infinito quiero y no puedo. Bien por la lejanía entre los conceptos utilizados, bien por la tendencia que prevalece en la actual cultura política de la Izquierda Aber­tzale, tanto por la chistología mencionada, como por el insulto superficial, la mayoría de las confrontaciones no ha dado resultados intelectuales enriquecedores. Aquí tan solo recuperaremos algunas de esas polémicas, como constatación parcial de lo que dijo y no dijo cada posición.

CREACIÓN DE GKS

Aunque hubo polémicas previas, la presentación de Gazte Koordinadora Sozialista (GKS) marcó un hito en la confrontación entre la Izquierda Abertzale y lo que en su día se denominaba como Ildo Sozialista. Y es que a partir de la primera aparición pública el 17 de febrero de 2019, las trifulcas adquirieron otra dimensión e intensidad.

El hecho de que la nueva organización no tuviese aún una cuenta oficial en las redes sociales abrió oportunidades excepcionales a las peores intenciones. En Twitter se crearon cuentas falsas que imitaban la grafía, estética y discurso de GKS, e hicieron declaraciones desde ellas. Como esta maniobra podía perjudicar el prestigio de la organización desde un principio, GKS tuvo que publicar una nota oficial mediante GEDAR LANGILE KAZETA, para evitar la confusión de la opinión pública y aclarar los siguientes puntos: «que todavía no tenía redes sociales», «que todas estas cuentas eran falsas», «que GKS no era responsable del contenido que pudieran publicar esas cuentas» y «que el juego sucio respondía a los intereses políticos de atacar a GKS».

Mientras tanto, llegó a Twitter, a las cuentas de memes de Instagram y a los grupos de Whatsapp una lluvia de memes y parodias con imágenes de la rueda de prensa de presentación. Entre otras cosas, utilizaron imágenes de los militantes, para burlarse personalmente de ellos e intentar ridiculizar a la propia organización. Aunque es técnicamente difícil atribuir su autoría directa a la Izquierda Abertzale, destacó públicamente la actitud activa de sus militantes conocidos en la difusión de estos contenidos.

El único elemento que podía parecerse a una argumentación llegó de la mano de Eneko Compains, miembro de Sortu. Publicó un artículo «crítico» titulado Gaztetxes y lucha obrera en Euskal Herria [1], en el periódico Gara, quien no informó a sus lectores de la creación de GKS. La respuesta de Compains condensaba las ideas que se habían presentado de forma más confusa en debates anteriores y los tópicos que se habían formado en las conversaciones privadas de pasillo en Sortu. Es ahí donde se definió el discurso que la Izquierda Abertzale utilizaría para confrontar al Movimiento Socialista en adelante: «españolismo», «izquierdismo», «obrerismo» y «dogmatismo». En aquel caso, además, se acusó a la organización juvenil socialista de «desapego» hacia los presos políticos vascos. Estas acusaciones recibieron, además de los hilos de Twitter, respuestas desarrolladas punto por punto en artículos como Mentiras y metodología burguesa: derrota del revisionismo. Respuesta a Eneko Compains [2] y Socialismo o barbarie, respuesta a Eneko Compains y a la burocracia de Sortu [3]. Por parte de la Izquierda Abertzale, destacó un escaso conocimiento del objeto criticado y sobre los conceptos utilizados, ya que no ofrecieron respuesta a la última contraargumentación de los militantes socialistas. En su lugar, continuaron repitiendo constantemente y a modo de mantra las acusaciones mencionadas en las redes sociales.

PARANOIA COLECTIVA

Debido al vacío analítico, por un momento parecía que en el mundo de la Izquierda Abertzale predominó una concepción paranoide sobre el Movimiento Socialista. En algunos casos, varios de los líderes y gurús de la socialdemocracia vasca; y por cortesía a su palabra, también militantes ordinarios y su base social, han llegado incluso a afirmar o creer que tanto la expansión como la materialización política de las tesis socialistas eran parte de un complot extranjero. Aunque en su momento no llamó mucho la atención de la comunidad socialista de Euskal Herria, el director del periódico Gara, Iñaki Soto, acusó a alguien de «recibir financiación de comunistas españoles» en la revista Erria de septiembre de 2019, en una entrevista con el siguiente título sugerente: «Una de las luchas de nuestra generación ha estado más ligada a las vivencias políticas que al debate intelectual» [4].

En algunos casos, varios de los líderes y gurús de la socialdemocracia vasca; y por cortesía a su palabra, también militantes ordinarios y su base social, han llegado incluso a afirmar o creer que tanto la expansión como la materialización política de las tesis socialistas eran parte de un «complot extranjero»

Se trataba de una grave acusación que, además, ni ofrecía pruebas ni interpelaba directamente al sujeto. Sin embargo, nos ayuda a entender la confusión que causó la aparición del Ildo Sozialista en el seno de la Izquierda Abertzale. Sin más explicaciones y con ayuda de una analogía pobre, afirmó lo siguiente mientras hablaba con Jule Goikoetxea sobre el «discurso de clase» y supuestos «reaccionarios de izquierda»: «Por otro lado, contestando a lo que dice Jule, no es del todo cierto que no estén financiados. Este debate tampoco es nuevo. Krutwig detectó claramente el españolismo, concretamente, españolismo financiado por el Partido Comunista Español». Este rumor, difundido nacionalmente por la dirección de la Izquierda Abertzale, tuvo buena acogida entre militantes testarudos y seguidores despistados. Como consecuencia, se multiplicaron en Twitter algunos bots-militantes que tecleaban la palabra «españolista», hasta crear en la Izquierda Abertzale un clima de odio irracional. Ello creó el contexto adecuado para que personas concretas que compartían las tesis socialistas fueran señaladas y amenazadas sistemáticamente en varios rincones de Euskal Herria.

A medida que el tiempo y la práctica socialista han avanzado, puede decirse que la acusación de «españolismo» y las teorías de la conspiración han disminuido ligeramente. El Movimiento Socialista ha manifestado antagonismo directo hacia el nacionalismo español en cada acción y ha tenido en cuenta, bajo distintos conceptos ideológicos y estratégicos, la situación de diglosia del euskera, la opresión nacional, la conciencia histórica del ciclo político pasado y a los presos políticos. En lo que respecta al mito del complot, las inesperadas capacidades para la auto-organización y las limitadas alianzas han caracterizado hasta hoy la posición del Movimiento Socialista. En consecuencia, la credibilidad y eficacia de estos dos recursos se va agotando propagandísticamente para la Izquierda Abertzale. Agitar fantasmas del pasado podía ser suficiente para demonizar un movimiento nuevo y desconocido pero, tras cuatro años de actividad sólida, no parece tan fácil. A medida que buscamos declaraciones más recientes en las redes sociales o en los medios de comunicación, escucharemos en boca de los militantes de la Izquierda Abertzale que la existencia del Movimiento socialista es algo «normal» o «natural» [5]. Aunque de vez en cuando aparezcan tuiteros que se aferran a la sentencia de «españolismo» o a otros delirios conspiratorios, el concepto no tiene la misma centralidad que antes en el enfrentamiento, ni proviene del teclado de miembros orgánicos de la Izquierda Abertzale. Es evidente que los portavoces y tuitólogos de la socialdemocracia vasca han tenido que modificar su discurso, y todo esto tiene algo que ver con el contexto político que se ha desarrollado.

LA EGOITZA DE LA CALLE RONDA

El 5 de julio de 2019, Ikasle Abertzaleak (IA) denunció que Sortu le había robado la egoitza (sede). Anteriormente, a principios del curso 2018-2019, ya había comunicado las intenciones del partido: Sortu había retirado de la junta directiva de Euskal Ikasleen Erakundea (Organización de estudiantes vascos), propietaria de la egoitza, los nombres que aparecían hasta ese momento y registrado los nombres de miembros del partido, todo ello a escondidas. Tras hacerse con la propiedad, indicó a los miembros de IA que vaciaran la sede. Les dijeron que, si no lo hacían, los echarían «sin reparos».

Sortu esperó a la época veraniega, en la que se suaviza la actividad del movimiento estudiantil, para cambiar la cerradura y colocar sistemas de seguridad. Ante ello, IA manifestó la voluntad de llevar a cabo la defensa de la egoitza «con total determinación». Para denunciar lo que Sortu había hecho, IA colgó por toda Euskal Herria pancartas en las que se podía leer: «Sortu, utzi IA bakean!» (Sortu, deja en paz a IA). Las pancartas de respuesta que pusieron en Donostia los miembros de la Izquierda Abertzale resumen bastante bien su actitud a lo largo de todo el conflicto, tanto en la calle como en las redes sociales: «Segi ikastera eta utzi Sortu pakean, peeesaus!!!» (Marchaos a estudiar y dejad a Sortu en paz, peeesaus!!!). Lejos de dar explicaciones sobre lo ocurrido o de reconocer su responsabilidad en la creación de la tensión, se limitaron a decir que la egoitza es de la Izquierda Abertzale y a reírse de IA, tanto en Twitter como en su entorno social, sin ofrecer ningún tipo de argumento. En consecuencia, se dedicaron a construir una opinión concreta: que todo el revuelo era resultado de las «chiquilladas de IA» y que la actividad de la organización estudiantil se basaba, al parecer, en «oponerse a Sortu». IA, al contrario, ofreció una rueda de prensa [6] y varios escritos [7] para socializar el relato cronológico exacto de los hechos y su comprensión sobre la propiedad y su uso. Con todo ello justificó la organización de estudiantes que ella y el movimiento estudiantil eran los herederos legítimos de la egoitza, y no el partido millonario Sortu, que cuenta con numerosas infraestructuras.

Los militantes más jóvenes de la Izquierda Abertzale difundieron en las redes sociales numerosos vídeo-montajes ofensivos y memes con las imágenes de la rueda de prensa, al igual que en la creación de GKS. Toda la corte se rió también entonces con los bufones. Ante la falta de predisposición de Sortu para remediar la situación y con el movimiento estudiantil de Bilbo todavía sin infraestructura, IA decidió dar un golpe sobre la mesa. El 17 de noviembre de 2019, en el 31 aniversario de Ikasle Abertzaleak, varios miembros entraron a la egoitza para recuperarla. De pronto, a Sortu se le quitaron las ganas de bromas y acudió allí junto con la Ertzaintza. Los amenazaron con «derribar la puerta y detenerlos», también con ponerles «multas de entre 300 y 600 euros por desobediencia a la autoridad». IA se mantuvo firme, recuperó la egoitza y desde entonces no ha tenido la necesidad de levantar la polémica sobre el tema.

ERRAKI

El conflicto no tardó en hacerse explícito en el ámbito de los gaztetxes y otros espacios de control obrero, ya que también afloraron distintas concepciones en torno a las infraestructuras destinadas a la actividad política. El Movimiento Socialista puso sobre la mesa en febrero de 2019 una herramienta para hacer frente de forma organizada a la vulnerabilidad de estos espacios: Erraki. Desde entonces, ha ido desarrollando recursos analíticos, estratégicos, materiales y jurídicos y articulando una defensa eficaz de los espacios. De esta manera, se han unido a Erraki muchos gaztetxes y otros espacios de Euskal Herria, de formas distintas. Según la Red de Apoyo de Espacios de Control Obrero, han actuado bajo el principio de «solidaridad organizada», que tiene como base «la ayuda mutua, comprometida y desinteresada».

La Izquierda Abertzale y varios agentes del denominado Movimiento Popular consideraron como amenaza la propuesta de Erraki desde un principio, y la polémica brotó en las redes sociales más pronto que tarde. Poco tiempo después de la creación de Erraki, se difundió en varios lugares de Euskal Herria una nota anónima en su contra; primero de forma privada, más tarde de manera pública. En resumidas cuentas, culparon a la herramienta de ir «contra la autonomía de los espacios autogestionados», «imponer una homogeneización ideológica» y de «no tener en cuenta los marcos organizativos que estaban en funcionamiento». Erraki contestó proporcionando aclaraciones sobre su funcionamiento, y lanzó el siguiente reto a los interlocutores anónimos: «que realicen propuestas políticas concretas» [8]. Los militantes de la Izquierda Abertzale e individuos que realizan determinadas interpretaciones sobre la autonomía dieron difusión a la carta anónima en redes sociales. Pero nadie contestó a la nota de Erraki, tampoco al reto propuesto.

Más tarde, surgió un conflicto local, que siguió un patrón conceptual parecido, en torno a la casa ocupada Arkillos 10 de Gasteiz, a raíz de la carta publicada por unos antiguos vecinos en diciembre de 2020 [9]. En ella, hicieron oídos sordos a los argumentos que había planteado Erraki anteriormente, difundieron los prejuicios que tenían respecto a su funcionamiento y plantearon la cuestión de la vinculación de Arkillos en los siguientes términos: «Una casa que, durante 10 años, ha sido muy diversa en cuanto a vecinos y colectivos donde, entre otros, los miembros del ildo (refiriéndose al Movimiento Socialista) han llevado a cabo tanto sus reuniones como otros usos, en 4 días ha pasado a ser una casa que se ha vinculado a Erraki. Habiendo sido impuesto por la mayoría de un momento concreto, sí, y no por consenso». Mediante ello, construyeron la dicotomía de «vecinos diversos y el Movimiento Popular de Gasteiz vs Ildo Sozialista», dando a entender que Erraki se había «apropiado injustamente» del espacio.

Dos dinámicas significativas se desataron en las redes sociales, antes y después de la publicación de la carta. Primero, apareció una cuenta troll anónima que decía defender al Movimiento Socialista, cuando el tema aún no se conocía más que en pequeños círculos de Gasteiz. El usuario intentó condicionar previamente la posición de Erraki, al felicitar a la red de defensa «por haber expulsado a los vecinos de Arkillos». El segundo elemento a destacar llegó después de la publicación de la carta, con la difusión que tuvo por parte de los tuiteros de la Izquierda Aber­tzale y su base social. La polémica también encendió la inspiración creativa de algunos de ellos, ya que, antes de la respuesta de los vecinos socialistas de Arkillos, llegaron los memes y los montajes. En la foto de una pancarta de Erraki, por ejemplo, hicieron un montaje que decía «Control de GKS sobre los espacios», sustituyendo a «Control obrero sobre los espacios».

Aunque la falta de predisposición para el debate era evidente, los militantes socialistas que conformaban la mayoría en la asamblea de vecinos de Arkillos explicaron los hechos y sacaron conclusiones políticas en otro comunicado [10]. Además de dar a conocer que uno de los firmantes de la nota acusatoria era militante de la Izquierda Abertzale, aclararon cuáles eran el procedimiento y las condiciones reales para unirse a Erraki, y también desmintieron los mitos sobre la actividad interna: «Erraki no condiciona la práctica diaria de los espacios vinculados y, que nosotros sepamos, hoy por hoy nadie ha demostrado lo contrario. Erraki es un agente que, de cara a la defensa de los espacios, realiza una división adecuada del trabajo. Erraki no exige “subordinación y disciplina” hacia una línea política concreta, sino compromiso de participar en el reparto de trabajo para la defensa del resto de espacios vinculados que están en peligro: hacer pancartas de solidaridad, días de trabajo…». Por otro lado, explicaron que «espacio de control obrero» es una categoría analítica, no un estatus que pueda asignar o quitar la militancia socialista. En cuanto a la decisión de vincular la vivienda a Erraki, en la segunda carta explicaron que habían llegado a una situación en la que el consenso era imposible. «Ante esto había dos opciones: que la mayoría de la casa aceptase lo que quería la minoría, o que la minoría aceptase lo que quería la mayoría» concluyeron. Tampoco obtuvieron respuesta en aquella ocasión, y la Izquierda Abertzale sigue difundiendo la primera versión.

HUELGA DE 30E

Los sindicatos ELA y LAB convocaron una huelga general para el 30 de enero de 2020. El Movimiento Socialista se sumó críticamente a la convocatoria, considerando que podía ser «una buena oportunidad para la formación política y para hacer pública una lectura propia sobre la coyuntura». Así, con las fuerzas que había en cada lugar, la militancia socialista se dedicó a participar en los comités de huelga, a hacer piquetes y a formar bloques propios en las manifestaciones. Aun así, se realizaron tres advertencias: por un lado, que la huelga general podía servir «tanto para reforzar la hegemonía de los partidos y sindicatos de la clase media como para aumentar la dependencia que otros movimientos puedan tener hacia ellos». En segundo lugar, que se trataba de una huelga impulsada por la socialdemocracia con el objetivo de «capitalizar en las elecciones las reivindicaciones del movimiento de pensionistas». En tercer lugar, «que alimentaba la dinámica electoral, sin cuestionar las relaciones de producción ni amenazar la actividad habitual de la producción». En consecuencia, GKS publicó un comunicado al día siguiente de la jornada de huelga, profundizando en las principales líneas de la crítica.

Sortu puso una vez más a Eneko Compains el trabajo de «comunista sensato». El profesor de derecho criticó en un hilo de Twitter las declaraciones de la organización juvenil el 3 de febrero. En él afirmó, antes que nada, que el comunicado se lo había pasado un «amigo que había andado en el Gaztetxe Maravillas, muy enfadado con ellos (GKS)». La cuenta del que fue el Gaztetxe Maravillas de Iruñea le respondió directamente advirtiéndole sobre las formas: «Nos parece una tremenda falta de respeto utilizar el proyecto político (Maravillas) como arma para formar bandos entre nosotros. Además, hay que mencionar la gravedad de señalar directamente a personas concretas». Entrando en el contenido, acusó a GKS de «decir mentiras», «falta de compromiso hacia la huelga», «fomentar la división» y «sectarismo», entre otros. Los tuiteros de la Izquierda Abertzale aplaudieron el repaso que Compains supuestamente dio en el hilo, pero la respuesta de la militancia socialista no tardó en llegar, ni en Twitter ni en GEDAR LANGILE KAZETA [11]. La respuesta final ofrecida en el debate se puede resumir en los siguientes puntos:

• La crítica teórica, política y organizativa no puede ser considerada como sabotaje hacia la huelga general.

• Es imprescindible garantizar las posibilidades de huelga a todos los trabajadores y crear mecanismos eficaces para que la clase trabajadora participe en la organización de la huelga.

• Las huelgas generales no son propiedad de un movimiento u otro, sino una herramienta estratégica de toda la clase trabajadora.

• La convocatoria de huelga no llegó mucho más lejos que los ámbitos de influencia de ELA y LAB.

ITAIA

Itaia fue presentada como Red de Mujeres Socialistas el 20 de octubre de 2018. El hecho de que las tesis socialistas comenzaran a aterrizar también en la cuestión de la mujer causó inquietud en Euskal Herria. A medida que comenzaron a publicar artículos, manifiestos, colaboraciones y análisis políticos en un blog, se multiplicaron las interpretaciones interesadas sobre sus contenidos y las difamaciones en torno a sus autoras.

En determinados círculos de la Izquierda Abertzale y del Movimiento Feminista, por ejemplo, se difundieron rumores que menospreciaban la capacidad tanto política como intelectual de las mujeres socialistas, afirmando que estaban «a las órdenes de sus novios»; las llamaban «las novias de los comunistas». Conscientes de que traspasaba todas las líneas rojas de la ética para la confrontación, no se atrevieron a difundir ese insulto en redes sociales.

En determinados círculos de la Izquierda Abertzale y del Movimiento Feminista, por ejemplo, se difundieron rumores que menospreciaban la capacidad tanto política como intelectual de las mujeres socialistas, afirmando que estaban «a las órdenes de sus novios»; las llamaban «las novias de los comunistas»

Lo mencionado nos puede ayudar a hacernos una idea del imaginario interesado que se creó en torno a Itaia. El odio, la mentira y el insulto a lo que hoy día es la Organización de Mujeres Socialistas no han cesado. A la organización que se dedica a analizar la forma exacta que toma la opresión de la mujer en la formación social capitalista, y a plantear la estrategia socialista basada tanto en la unidad de clase como en la independencia de clase, se le acusa de ser «colaboradora del machismo» en un sinfín de formas, y las redes sociales son reflejo de ello.

El 27 de noviembre de 2020, una militante de la Izquierda Abertzale reunió en un hilo de Twitter numerosas acusaciones contra Itaia. Entre otras cosas, acusó a la organización de «negar la existencia del patriarcado», «negar la responsabilidad de los agresores», «justificar la violencia machista», «estar en contra de los espacios no mixtos» y «simplificar las opresiones diversas». Recibió el aplauso virtual de su comunidad, como era de esperar. Una miembro de Itaia le extendió numerosas bases que desmentían estas afirmaciones. Para comenzar, puso de manifiesto que la persona que vertió las acusaciones no tiene una definición concreta del concepto de «patriarcado» y, por otra parte, advirtió de que hay un gran salto del no-uso del patriarcado como concepto analítico al blanqueo de la figura de los agresores, por lo que manifestó que «el blanqueo o la defensa de la figura de los defensores es una artimaña política miserable». Por otro lado, aclaró que el hecho de tener como eje central la unidad política de la clase trabajadora responde a «la lógica de la dirección estratégica»; la cual exige «analizar la realidad que convierte las agresiones machistas en norma cultural y explicar el porqué de estos fenómenos». También aclaró que los espacios no mixtos, por su parte, pueden tener un lugar dentro de la estrategia socialista, «no bajo el principio de división política», sino «con el objetivo de garantizar un trabajo constante sobre la cuestión y el propósito de superar los impedimentos que puedan crear los espacios mixtos como consecuencia de la división social entre los sexos». «Ah, eta alua jan iezadazue (Ah, y comedme el coño)» fue la respuesta de la otra.

PANDEMIA Y ESTADO DE EXCEPCIÓN

Se suele decir que las situaciones extremas sirven para ver las posiciones políticas de forma más transparente, y el contexto del COVID-19 no iba a ser para menos. Mientras que EH Bildu votaba a favor del «estado de alarma» impuesto por el Gobierno de España y aprobaba todas las medidas restrictivas que se impusieron en nombre de la «salud colectiva», el Movimiento Socialista abordaba la coyuntura desde una posición diferente. En vez de hundirse en la desmovilización, se abrió una sólida etapa de agitación y organización política para todas sus organizaciones. Nada más se estableció el confinamiento, GKS puso en marcha una campaña política con los siguientes puntos cardinales [12]:

1) Urgencia para el cese de las medidas políticas de excepción de la burguesía y el restablecimiento de las libertades políticas.

2) Carácter colaboracionista de la socialdemocracia ante el estado de alarma.

3) Necesidad de dar a conocer la verdad de las causas, efectos y consecuencias del coronavirus.

4) Tareas políticas inmediatas ante el estado de alarma.

En esta línea, consideró las medidas de excepción adoptadas por el Gobierno de España como «ofensiva de la burguesía» y comenzó a hacerle frente con las fuerzas de cada lugar. Abrieron líneas de trabajo tanto de asesoramiento como de defensa en materia de vivienda, acoso policial y trabajo asalariado. Además de ello, la organización juvenil puso en marcha ciclos completos de movilizaciones a lo largo de Euskal Herria para denunciar los cierres perimetrales, el toque de queda, el certificado COVID y otros ataques contra las libertades tanto políticas como civiles. Ikasle Abertzaleak planteó en el ámbito educativo propuestas concretas para luchar por las condiciones de aprendizaje tanto en los centros educativos como en las universidades, y Unibertsitateko Indar Batasuna formó un banco de apuntes digital y una red de clases particulares gratuitas.
Si atendemos a la producción teórico-política, las lecturas que la militancia socialista ofreció en tan breve periodo de tiempo para responder a la coyuntura fueron abundantes, profundas y de diversos formatos. En el portal gedar.eus, en esta revista, en hilos de Twitter, en colaboraciones de prensa, en Gedar Telebista… han salido a relucir decenas de contenidos. Tanto las organizaciones del Movimiento Socialista como los individuos expusieron su punto de vista sobre lo que estaba ocurriendo y justificaron las posiciones políticas a adoptar ante ello. También prestaron atención a las publicaciones de otros agentes, para criticarlas si fuera necesario. La militancia y base social de la Izquierda Abertzale, en general, no prestó demasiada atención a los argumentos ofrecidos por el Movimiento Socialista, pero sí a las ideas que ellos mismos generaron en torno a esos argumentos. La inmensa mayoría justificó la elección política de EH Bildu sin rastro de duda. Para ello, debían comparar la crítica socialista con «el negacionismo, la ultraderecha y el liberalismo»; sin aburrir excesivamente a sus lectores con «explicaciones demasiado largas», eso sí.

Debían comparar la crítica socialista con «el negacionismo, la ultraderecha y el liberalismo»; sin aburrir excesivamente a sus lectores con «explicaciones demasiado largas», eso sí

Sin embargo, la prolongación indefinida del estado de excepción pasó factura a la autoridad política. Se produjeron alzamientos juveniles espontáneos en muchos rincones de Euskal Herria, algunos en ambientes festivos. Fue un fenómeno que pilló de improviso a todos los partidos institucionales, incluida la Izquierda Abertzale. Mientras que el veterano historiador Iñaki Egaña los tomaba por «jóvenes nihilistas» en el portal Naiz [13] y al mismo tiempo que la parlamentaria de EH Bildu Mertxe Aiz­purua afirmaba que «la policía debería intervenir preventivamente», Ernai denunciaba tanto la «criminalización juvenil» como el «control policial». GKS, en cambio, fue reiteradamente acusada en Twitter de justificar a «los juerguistas individualistas que no les importaba nada la salud pública».

CUENTACUENTOS Y CUENTAMANIFESTACIONES

En el curso político 2021-2022, el Movimiento Socialista ha impulsado dos acontecimientos que han impedido a la Izquierda Abertzale mirar hacia otro lado: Gazte Topagune Sozialista de Altsasu y las manifestaciones convocadas por GKS en Bilbo e Iruñea el 29 de enero. En cuanto al primero, más de 1.500 jóvenes se reunieron durante cinco días en el pueblo de Sakana, para trabajar contenidos políticos y disfrutar del ocio. Algunos de los usuarios que han sido más activos en las agresiones contra el Movimiento Socialista en Twitter en los últimos años se alegraron «por la diversidad del movimiento juvenil de Euskal Herria», después de ver el éxito del Topagune.

Poco después del Topagune, el periódico El Mundo publicó un reportaje para criminalizar al Movimiento Socialista: «La gran convocatoria de los nuevos cachorros» [14]. En él, además de trazar vínculos entre el Movimiento Socialista y ETA, publicaron caras y datos personales de militantes concretos. Ante ello, numerosos miembros de la Izquierda Abertzale definieron el artículo como un «ataque a la juventud vasca». GKS publicó una nota en la que, además del intento de criminalización, la organización ubicaba el acontecimiento en un marco diferente: «Lo ocurrido no es un mero ataque a la juventud vasca, como unos cuantos políticamente interesados quieren hacerlo parecer. Es un aviso y una amenaza a la organización independiente del proletariado». En consecuencia, los miembros de GKS argumentaron que esa determinada forma de organización sería atacada de la misma manera en cualquier rincón del mundo; «aunque con distintas mentiras y enredos para cada caso por parte de los periódicos, políticos y la policía de estos mafiosos».

Con las manifestaciones del 29 de enero, se puso de manifiesto el carácter de masa del Movimiento Socialista. Unas 7.000 personas se movilizaron bajo el lema de ¡Detener la dictadura de la burguesía, hacer frente a la ofensiva económica y política!. Así pues, a algunos militantes de la Izquierda Abertzale les pareció una buena idea comenzar a contar manifestantes. Un periodista del sindicato LAB, por ejempló, estuvo contando una a una las cabezas en la foto del acto del final de la manifestación de Bilbo. Sacó sus conclusiones poniendo puntos verdes sobre cada cabeza, y lo publicó en Twitter. Hubo otra persona que utilizó un programa informático que realiza una «estimación por metro cuadrado». El portal naiz.eus publicó una noticia sobre la manifestación, después de tres años sin publicar noticia alguna sobre el Movimiento Socialista [15]. Tan solo puso en ella su propio recuento, sin haberlo consultado con la organización y obtenido a través de fuentes desconocidas. Al igual que los otros dos, el medio de la Izquierda Abertzale también subestimó el número de manifestantes, y acusó a la organización de «mentir». El director de Naiz, Iñaki Altuna, por ejemplo, tuiteó que «GKS había inflado las cifras». Así las cosas, los miembros del Movimiento Socialista tuvieron que justificar la base de la estimación de las personas que acudieron a la manifestación, hecho para nada habitual. Aun así, el deseo de la Izquierda Abertzale fue el de desviar la atención sobre la cuestión más fundamental: que se ha cumplido lo que parecía imposible en las últimas décadas, que es posible reunir a miles de personas bajo un lema comunista.

LAS TXOSNAS DE GASTEIZ

El Sindicato de Vivienda de Gasteiz y GKS publicaron un comunicado el 6 de febrero de 2022, para denunciar que la Comisión de Txosnas de Gasteiz les había prohibido poner una txosna. Según la normativa establecida por la comisión, se supone que «todas las organizaciones que cumplan unos principios políticos no discriminatorios y unos criterios muy amplios» tienen derecho a poner una txosna. Aunque las organizaciones del Movimiento Socialista cumplen estas condiciones, fueron vetadas por tres «razones»: «tener una agenda movilizatoria y una estrategia política propias», «ser organizaciones conflictivas» y por último, difamaciones como «incumplir el protocolo de agresiones machistas o controlar la comisión de txosnas».

Las organizaciones socialistas aclararon que solo a ellas se les habían impuesto estas condiciones, por lo que el espacio, las subvenciones y la fuente de financiación de las txosnas han quedado «en manos de una línea política concreta», es decir, en manos de la Izquierda Abertzale. Y es que, tal y como la militancia socialista explicó en Twitter y en GEDAR LANGILE KAZETA más adelante, estos sucesos han puesto de manifiesto la adhesión de los agentes supuestamente «independientes» del Movimiento Popular a las decisiones de la Izquierda Abertzale en las cuestiones más fundamentales.

Aunque el Movimiento socialista extendió la denuncia a los cuatro vientos, no parecía que la Izquierda Aber­tzale tuviese intención de responder. La declaración del militante de Sortu Joseba Permach en Twitter el pasado 8 de febrero ilustra perfectamente la lógica de los sectores autoconscientes de la Izquierda Abertzale: «Pues voy a escribir un tuit impopular, pero a mi parecer es un error andar a la vuelta de los temas/anzuelos que nos ponen constantemente otros… Porque ellos miran al lado, no hagamos lo mismo nosotros y hagamos frente a los problemas que tenemos delante y condicionemos nosotros la agenda…». Dicho y hecho. La Izquierda Abertzale esperó hasta que la militancia socialista se refiriera de forma indirecta a la cuestión del Movimiento Popular, y solo entonces fue cuando saltó al fango. Escogieron determinadas declaraciones de los militantes socialistas, para que pareciera que estaban «insultando al Movimiento Popular». Como para ellos era aceptable una trifulca basada en estos términos, fue así como empezó la habitual artillería de memes, bromas, montajes, insultos, mentiras y chistes. Entre ellos, sobresalieron dos elementos especialmente graves: por un lado, se acusó al Movimiento Socialista de recibir financiación de ELA. Por otro, consiguieron imágenes sin publicar de militantes socialistas con las que crearon cuentas de Twitter falsas, tanto para la burla como para el señalamiento. A día de hoy, todavía no han ofrecido ninguna explicación pública sobre el veto político, aunque en su momento se dijo que la publicarían en el medio Arabako Alea.

NUEVA TÁCTICA PARA LA CONFRONTACIÓN

Si nos fijamos en los enfrentamientos más recientes, apreciaremos el rumbo de la nueva táctica propagandística de la Izquierda Abertzale en las redes sociales. Si antes evitaban los debates teórico-políticos en la mayoría de los casos, ahora casi nunca se meten en ese ámbito. Por otra parte, hasta hace poco han tenido una evidente iniciativa de difundir acusaciones surgidas de la nada, y actualmente no tanto. La eficacia de estos moldes, en general, ha sido escasa, mientras que la tendencia a la articulación del Movimiento Socialista ha sido ascendente. En vista de ello, últimamente han priorizado esperar a que los militantes socialistas cometan alguna (supuesta) metedura de pata e inflarla mediáticamente. Subir un poco el tono en medio de una argumentación, utilizar palabras más duras a la hora de hacer alguna crítica, que desconocidos eliminen pintadas a favor de los presos políticos, poner mal alguna pancarta… cualquier cosa ha servido para desertar al campo de las emociones subjetivas y escandalizarse desmesuradamente, todo para mantener unida a la base social e intentar aislar al Movimiento Socialista.

En este sentido, el fundamento «teórico» del comportamiento de la Izquierda Abertzale en redes sociales lo resume con bastante claridad Peru Azpillaga en Alea de marzo de Ernai [16]. El punto de partida de la cuestión es, justamente, un enfrentamiento que surgió hace unos meses en Twitter a raíz de las emociones y la razón. Las declaraciones realizadas por la parlamentaria de EH Bildu Eraitz Saez en un programa del proyecto comunicativo de Ernai, Klak, fueron señaladas por un militante socialista, cuando Saez afirmo que «la razón es patriarcal» y elogió el subjetivismo irracional. Como estas ideas son la base filosófica de la doctrina fascista, el militante socialista advirtió del peligro de este tipo de declaraciones. Sin embargo, la parlamentaria se sintió «agredida» por la crítica, y nadie de la comunidad política de la Izquierda Abertzale vio fallo alguno en las declaraciones, al contrario, apoyaron ciegamente a la parlamentaria; gimoteando porque supuestamente la habían llamado «fascista». Pues bien, este tipo de pasajes corroboran de forma práctica la centralidad que tiene el factor de la irracionalidad en la cultura política contemporánea de la Izquierda Abertzale, tal y como expresa Azpillaga de forma bastante explícita: «Situar el marco supone llevar a cabo un debate en los términos que tú quieres y en torno a la idea que tú quieras. Y da igual que lo que esté en la base sea verdad o mentira: si se establece el marco, el debate está ganado, y las emociones cumplen un papel fundamental en ello. Por ese motivo, sería mejor que, en medio de este torbellino, reparásemos en aquello que nos rodea, manteniendo nuestra tradición, pero debemos dedicarnos a buscar nuevos caminos para conectar con la gente, ya que la simbología de la izquierda y los canales de comunicación clásicos se agotaron hace tiempo».

REFERENCIAS

1 Compains, E. (2019). Gaztetxes y lucha obrera. Sobre el naciente izquierdismo en la Eukal Herria de hoy. naiz.eus.

2 Orratz (2019). Gezurrak eta burges metodologia: errebisionismoaren porrota. Eneko Compainsi erantzuna. burdinhesia.wordpress.com

3 Kolitza (2019). Socialismo o barbarie, respuesta a Eneko Compains y a la burocracia de Sortu. borrokagaraia.wordpress.com

4 Soto, I. (2019). Gure belaunaldiaren borroketariko bat bizipen politikoei lotuta egon da gehiago, eztabaida intelektualari baino. erria.eus

5 Servier A., García P., Hernando I., Zabarte P. (2021). Gurea izan da termino estrategikoetan zailtasun handienei aurre egin behar izan dien belaunaldietako bat. erria.eus

6 GEDAR LANGILE KAZETA (24 de septiembre de 2019). [Rueda de prensa] Egoitzaren auziarekin eragindako «arazo larria» konpon dezan exijitu diote Sorturi. YouTube.com

7 Además de los comunicados de Ikasle Abertzaleak, para profundizar en la comprensión política de aquel conflicto, véase el artículo de colaboración Sobre el robo de la «egoitza» de la calle erronda de Ander Goiatxe y el análisis de coyuntura La verdad del otro de Beñat Aldalur, ambos disponibles en gedar.eus.

8 GEDAR LANGILE KAZETA (2019ko ekainaren 26a). Errakik bere aurkako eraso anonimoa salatu du. gedar.eus

9 Maite, Ruben eta beste etxekide ohi batzuk (2020). Arkillos 10: Autogestioa, asanblada eta auzolanaren balioak ezberdin ikusten ditugu guk. halabedi.eus.

10 Arkillos 10eko asanblada (2020). Arkillos 10: Bizilagun ohi batzuek publiko egin duten irakurketaren asanbladaren erantzuna. halabedi.eus.

11 Beñat, A. Urtarrilaren 30eko greba orokorraren inguruan, sakontzeko elementuak. gedar.eus

12 GEDAR LANGILE KAZETA (2020ko martxoaren 20a). Burgesiaren ofentsiba gelditu, GKSren kanpaina politikoa salbuespen egoeraren aurrean. YouTube.com

13 Egaña, I. (2021). Violencia poligonera. naiz.eus.

14 Iglesias, L. (2021eko urriaren 19a). Diez años sin ETA: la gran convocatoria de los nuevos 'cachorros'. El Mundo.

15 NAIZ (2022ko urtarrilaren 29a). «Burgesiaren diktadura gelditzeko» mobilizazioak egin ditu GKSk Iruñean eta Bilbon. naiz.eus

16 Azpillaga, P. (2022). Emozioak politikan. Alea 06.

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