Nos hemos reunido con Iraitz Aroztegi (Sopela, Bizkaia), para hablar sobre la relación entre la música y la política. Aparte de ser conocido en el mundo de los tatuajes, ha formado parte de la escena skinhead de Euskal Herria durante toda su vida. Música y política; hemos querido conversar con Aroztegi para conocer ciertas experiencias relacionadas con esa relación, entre otras cosas, las escenas de punk, Oi! y ska, y la relación que guardan con la política revolucionaria.
Más allá de ser una mera cuestión estética, una cultura o un estilo de vida, ¿han tenido las escenas musicales capacidad para politizar a las amplias masas de jóvenes trabajadores, hacer frente al fascismo y alimentar el proyecto comunista? Y, al contrario, ¿cómo se puede evitar que las escenas artísticas alimenten ideologías reaccionarias y fascistas?
Háblanos de tu juventud, cómo te acercaste a una música y cultura concretas, del ambiente político de la época y de la relación de estos dos ámbitos.
Iraitz: De acuerdo, yo nací en el año 80, y de la mano del ambiente político de la época y de la presencia que la misma tenía, comencé a desarrollar mi conciencia política en torno a los 14-15 años, a diferenciar entre buenos y malos, etc.
En lo respectivo a la música, nosotros crecimos con la música de los 80. En los 90 empezamos a escuchar bandas como Negu Gorriak. Su primer concierto al que asistí fue como en el 95. Con Negu Gorriak para un lado y para otro, comencé a desarrollar mi conciencia y luego seguí educándome políticamente sobre todo a partir de las letras.
Y, claro, a través de escuchar esa música y ver diferentes fotos, poco a poco, por imitación, comencé a aproximarme a ciertos modelos en concreto. En esa época, en lo que respecta al movimiento skin la referencia más relevante en Euskal Herria era Kortatu. También existían algunos otros, por así decirlo, más undergrounds, Zakarrak también andaba por ahí, pero para mí esos fueron los comienzos.
Por otro lado, yo jugaba al rugby por aquella época, y en esas conocí a un colega de Algorta, que andaba en Herri Norte por aquellos años. Él era skin de pura cepa, redskin a tope, llevaba hoces y martillos… y también recibí ciertas referencias de él.
En ese sentido, para mí, la política y una cultura determinada estuvieron muy unidas desde un principio. Además, cabe subrayar que en la época el ambiente se encontraba muy politizado. De alguna manera, no sé cómo decirlo, estaba de “moda” estar dentro de la comunidad de la Izquierda Abertzale, pulular a su alrededor. Aunque los espacios por los que yo me movía fuesen de la Izquierda Abertzale, yo también tenía ciertas inquietudes que se salían un poco del espacio político general que aquí se desarrollaba, tales como el antirracismo, que aunque se trabajasen en Euskal Herria no tenían el mismo protagonismo, o quizás, contaban con otro tipo de presencia
Se podría decir que los referentes musicales de gran parte de la juventud de la época guardaban una cierta relación con el elemento político.
Sí. Por arrancar con una anécdota, me acuerdo con 14 años, al volver de la Durangoko Azoka un profesor nos preguntó acerca de lo que habíamos comprado allí y el 95% respondimos que Etsaiak, Su Ta Gar, Negu Gorriak, camisetas de “Euskal Herria Askatu”… ese era el rollo. A día de hoy, seguramente, si preguntásemos lo mismo a chicos y chicas de 14 años, dejando de lado el tema del estilo musical, en eso no me meto, la música que escuchan no guarda ningún tipo de relación con la política.
A día de hoy, seguramente, si preguntásemos lo mismo a chicos y chicas de 14 años, dejando de lado el tema del estilo musical, la música que escuchan no guarda ningún tipo de relación con la política
¿De donde proviene el contexto musical/político que conocisteis en la época? Es por aquellos años que comienzas a acercarte a la escena skin. Se da una ruptura con la generación de los cantautores, que se refleja en un marco artístico cultural nuevo, las condiciones socioeconómicas cambian; la desindustrialización o el desempleo masivo de la época son fenómenos por todos conocidos. Paulatinamente todas estas preocupaciones o inquietudes adquieren unas nuevas formas propias; adoptan la forma del punk, de las radios libres, los gaztetxes, los fanzines… ¿Cómo se desarrolla este proceso?
Mi grupo de amigos era muy variopinto, de un rollo más o menos, pero había gente más “borroka”, surfers… Yo en cambio tenía otro interés y de esa manera fui el único en seguir este camino. Comencé a asistir a conciertos en esa época, principalmente a Bilbo, y allí empecé a conocer a gente de mi estilo. Posteriormente, cuando llegué a la universidad en el 98, conocí a un nuevo amigo. Él y sus amigos eran skinetos y juntos tenían un colectivo llamado KGB, Kaskamotz Gorrien Batasuna (Unión de Skinheads Rojos). Este colectivo gestionaba un fanzine, organizaba conciertos, y yo decidí ingresar en él. Fue ahí donde comencé a relacionarme con la escena skin.
El conflicto había sido muy intenso en la década de los 90, pero todavía estaba muy presente, la sociedad se hallaba muy dividida. A su vez, en lo que respecta al ámbito musical, existían un montón de grupos, se organizaban conciertos en gaztetxes por todas partes. Nosotros, por ejemplo, organizábamos nuestros conciertos en la Deustuko Gazte Lokala. Aunque algunos skins se dejasen ver por manifestaciones o otros conciertos, en general éste era un colectivo más bien pequeño en esa época.
Hoy en día, si ves un grupo de skins, así, elegantes, parece que copian un rollo retro, y lo mismo ocurre al ver un grupo de rockabillies. Pero en nuestra época no era tan sencillo ser skin. Teníamos que explicar constantemente que éramos de izquierdas; y “¿entonces por qué os vestís de la misma manera?”. Y nosotros siempre dando las mismas explicaciones.
Pero en nuestra época no era tan sencillo ser skin. Teníamos que explicar constantemente que éramos de izquierdas
Pero, claro, cada semana aparecía en la televisión que un grupo de skins habían apaleado a una persona, que si el grupo Ultras Sur Skins no se qué… todo esto lastraba al colectivo skin con una carga inmensa... Los skins éramos nosotros, no ellos. Eso es lo que nosotros reivindicamos. No somos solamente antirracistas, pertenecemos a la clase trabajadora, y somos de izquierdas. En la época no había lugar para los “me gusta de todo”, la escena se hallaba muy polarizada.
Los gaztetxes, los fanzines, las radios libres… tuvieron una presencia relevante, cumpliendo con una función más allá de los medios de comunicación.
En aquel entonces no había herramientas como internet. Todo ocurría y se desarrollaba mediante relaciones personales. Por ejemplo, los de la organización KGB [Kaskamotz Gorrien Batasuna, Unión de Skinheads Rojos], mantenían relaciones con la sección Red Action del Manchester United, que era un grupo compuesto por hijos de migrantes irlandeses dentro de Anti-Fascist Action, y también con otros grupos alemanes. El fútbol tenía mucho peso en el movimiento skin, y, por ejemplo, en este ámbito, los de Herri Norte Taldea tenían mucha relación con la afición del Frankfurt o Celtic; también, todavía en esa época, con la de St. Pauli.
A fiestas de Bilbao venían muchos skins, sobre todo redskins, de diferentes lugares del Estado español, pero también de Francia, Italia y Alemania. Nos hablaban de lo que hacían en sus ciudades, y la situación variaba mucho de un lugar a otro. Por ejemplo, había lugares en los que tenían problemas importantes en la calle con los fascistas. Un ejemplo de esto es que, cuando Kortatu tocó en Francia, el grupo redskin Red Warriors tuvo que hacerse cargo de la seguridad. Al fin y al cabo, esa era la manera que teníamos entonces de conseguir información e intervenir.
¿Qué representaba Gran Bretaña a nivel musical y cultural en esa época?
En muchos sentidos veíamos una referencia en GB. A nivel estético, musical, en el ámbito del fútbol… A Euskal Herria las cosas llegaban a cuentagotas. En este sentido, podríamos decir que los pioneros fueron Kortatu. Llevaban camisetas de Cockney Rejects o The Redskins.
El fútbol nos llega de allí, la estética se importaba de allí, y lo mismo ocurría con la música. Por imitación, hacíamos nuestro lo que veíamos allí. Aun así, a partir de la década de los 80, para cuando estas referencias empezaron a llegar aquí, allí el ambiente ya se había empezado a calmar. Porque como decía, todo esto llegó muy poco a poco, y por así decirlo, tarde.
En ese sentido en Inglaterra hubo un gran boom en un determinado momento, pero con el transcurrir del tiempo todo esto cambió, y todo se volvió más underground. El rollo skin, pero también el tema del fascismo y del antifascismo. En el contexto histórico en el que los fascistas adquirieron una presencia mayor se desarrollaron diversas relaciones entre movimientos y organizaciones políticas y los skins, pero a partir de un momento, a medida que la presencia del fascismo menguaba, dichas relaciones fueron desapareciendo o estas organizaciones, el partido trotskista Socialist Workers Party por ejemplo, perdieron el interés que en otra época tuvieron en este colectivo.
Cuando estudiaba en la Universidad decidí irme a Inglaterra. Mi idea, en un principio, era la de quedarme por 6 meses, pero terminé pasando 8 años allí. El contexto socioeconómico estaba cambiando, aunque existía una gran xenofobia en esa época. Llegaban refugiados de Serbia, Kosovo, Croacia a consecuencia de la guerra de Yugoslavia, y al igual que había ocurrido en épocas anteriores, la gente encontró un nuevo enemigo en ellos. El enemigo pakistaní o jamaicano se aparca, o el enemigo irlandés de su época, y la sociedad encuentra su enemigo en estos nuevos migrantes. “Que vienen los kosovares”, “que vienen los serbios”… eso era lo que se oía en aquella época.
Había un gran desfase entre lo que encontraste en Gran Bretaña y lo que se estaba creando aquí.
Sí, aquello que yo imaginaba allí era muy minoritario para esa época. Tampoco era un rollo masivo en Euskal Herria, pero el nacimiento de grupos como Skalariak le dieron un cierto empujón o una cierta apertura a toda esa escena. Allí el proceso fue el inverso. Allí no veías a skins por las calles más que en conciertos, Scooteradas y demás eventos específicos. Me acuerdo de una vez que fuí a un bar y el segurata me dijo “pero tú, que ya no estamos en los 80”.
Aun así, cuando empecé a ir a manifestaciones, cuando empezó la guerra de Afganistán, empecé a conocer a skins de otro tipo: Antinazi League, Anti-Fascist Action (AFA)… y así comencé a conocer a gente más politizada.
Puede que una gran parte de las personas que nos leen no conozca los orígenes y el desarrollo del movimiento skin y de la escena musical que le acompañó: el mestizaje cultural entre las personas jamaicanas y británicas, los rude boy, los movimientos mod, el rocksteady y el reggae… ¿De dónde proviene ese ambiente cultural? ¿Qué orígenes históricos tiene?
Encontramos su origen en la clase trabajadora. Nos situamos en los barrios obreros. Comenzarán a llegar inmigrantes a estos y todo empezará a mezclarse. Por aquella época existía cierta gente con estética mod, así como otra serie de grupos, tales como los rockers, y era habitual que se generasen conflictos entre ellos, sin ningún tipo de componente político. Tenemos que tener en cuenta que en la época la gente iba a trabajar y que luego tenían necesidad de entretenerse. Estos realizaban esta necesidad juntándose con los suyos y yendo en contra del otro. El reino animal entre personas.
El nacimiento de los skins se da de la mano de la llegada de los migrantes jamaicanos. Estos traían su propio rollo, su propia música, y esto resultó atractivo para los jóvenes británicos. La estética mod que llevaban los británicos comenzó a fundirse con distintos elementos importados por los jamaicanos, y de ahí surgió la primera escena; esa que conocemos como la “escena del 69”. De la estética mod nació una nueva estética que podríamos denominar como hardmod. La estética de los mods era una estética elegante, trajeada. Poco a poco nació algo más “callejero”, el hardmod.
Si miramos los dancehall jamaicanos de la época, los únicos blancos a los que veremos son los skins. Los llamaban wiggers despectivamente, una variación de la palabra nigger, porque les gustaban las “cosas de negros”. A pesar de que el racismo estuviese muy extendido en la época, las nuevas generaciones tenían claro que todos vivían una vida miserable, que vivían en barrios miserables y que trabajaban en empleos miserables. Además, como en la época los jefes de empresa también eran propietarios de inmuebles, los despidos y los desahucios se personificaban en la misma persona. No te daban trabajo y además te desahuciaban por no pagar el alquiler. En ese sentido las nuevas generaciones comenzaron a identificar quién era el verdadero enemigo.
Es decir, de alguna manera sabrán que el enemigo es la burguesía, sin entrar a definir lo que esto significa.
Exactamente, su conciencia no estaba especialmente politizada, pero identificaban el problema con claridad. Van a desahuciar a los vecinos, unas son negras y los otros blancos, pero estamos juntos en esto, compartimos los mismos problemas. En ese sentido, y quizás de una manera muy espontánea, pero encontramos aquí una experiencia antirracista pionera.
Posteriormente esto se desarrollará hacia la escena del 77.
Pero antes el tema se apaga un poco. Menguará muchísimo. En un primer momento hubo un gran boom, a todo el mundo le gustaba, pero a partir de un momento irá perdiendo fuerza. En torno a los años 70-71, la música que llegaba a GB desde Jamaica cambiará. A los jamaicanos les llegarán noticias acerca de la afición que existía en Inglaterra y comenzarán a hacer una música para europeos.
Se darán distintos procesos entrecruzados, y de estos nacerá el skinhead reggae, música hecha para skins ingleses. En cualquier caso, a partir de un momento el rollo empezará a cambiar y el reggae también sufrirá ciertos cambios. La escena del reggae comenzará a aproximarse al rastafarismo, lo que a fin de cuentas no deja de ser un movimiento espiritual o religión, y los skins de Inglaterra no se verán tan identificados con todo eso. En consecuencia, se dio un bajón, y el movimiento se desinfló, marginalizándose.
En cualquier caso, años más tarde se dará el renacimiento del movimiento, con la llegada del two-tone. Se crearán grupos que reproducían con un estilo propio el rollo que se llevaba 10 años antes, mezclándolos con los estilos musicales y estéticos que se llevaban en ese momento, tales como el punk o el pop. Este nuevo ska retendrá las bases del reggae, pero con una gran influencia del punk y el pop. En poco tiempo se creará una nueva escena en torno al two-tone. Diría que hay un día de diferencia entre el primer single de The Specials y el primer single de Madness, por pura casualidad. Unos en Londres y los otros en Coventry. Posteriormente, The Specials creará el primer sello two-tone y la escena continuará desarrollándose, abriendo camino a un boom increíble.
¿De qué año estamos hablando aproximadamente?
Pues el rollo del punk comenzará en torno al 77, algo antes, y esto también parecido, entre el 77 y el 79. Y junto con esto se revivirá el rollo skin. El nacimiento de la música Oi! se dará en unas fechas similares.
Determinados grupos de música reaccionarán frente a la comercialización del punk, subrayando su origen obrero, en contra de Thatcher, etc. En la época existían muchos grupos distintos: los mods, los rockers, los heavys, más tarde los hardcoretas… había un sinfín de subculturas, pero los skins serán el único movimiento que reivindique ese carácter obrero. Nos han humillado desde siempre por ser trabajadores, pues somos trabajadores y estamos orgullosos de ello.
Había un sinfín de subculturas, pero los skins serán el único movimiento que reivindique ese carácter obrero
Las vestimentas más agresivas que se basan en la estética del 69 y hacen referencia a ese carácter obrero responden a este contexto: pantalones desteñidos, las Donkey Jackets, que lucían chaquetas de pvc de distintos colores dependiendo del oficio… se distanciarán del estilo mod y se posarán los ojos en el proletariado, aproximándose a la escena del punk. Todo el tema de la ropa militar es de esta época, por ser prendas resistentes y baratas, etc. Se expresa una misma cosa en todos los temas: “working class and proud” [“de clase obrera y orgullosos”].
Claro, esto devendrá en el desarrollo de una conciencia, y aunque quizás sea entrar en el ámbito de las conspiraciones, se dice que al estado no le convencía la idea de dejar libre ese colectivo que reivindicaba el orgullo de clase, porque potencialmente representaba un peligro político, y que en consecuencia promovió la infiltración de la ultraderecha. De ahí nacería la ruptura que se daría más tarde.
Se dice que al estado no le convencía la idea de dejar libre ese colectivo que reivindicaba el orgullo de clase, porque potencialmente representaba un peligro político, y que en consecuencia promovió la infiltración de la ultraderecha. De ahí nacería la ruptura que se daría más tarde
En cualquier caso, en la época existirá un fuerte sentimiento antiracista, e incluso una gran aproximación hacia Antinazi League.
A partir de un momento es posible hablar de una comunidad, de un nicho cultural ya establecido. Movimientos políticos de diversa índole posarán su mirada en el potencial político de esta comunidad, en tanto que era un espacio que congregaba a muchos jóvenes. Aparecerá el National Front, British Movement, el British National Party… ¿Cuál es la forma concreta que adoptará este proceso?
Claro, el asunto es que nos encontramos frente a un nuevo contexto, un montón de jóvenes proletarios se concentrarán en torno a una misma escena, rodeados de una decadencia increíble, de desempleo, de miseria… La gente, por decirlo de alguna manera, vivía en la calle y aquí se dará un macarrismo y una gran conflictividad, el tema del fútbol… y en el centro de todo ello se encontraba ese deseo de formar parte de algo.
En cualquier caso, tampoco debemos caer en mitificaciones. Muchos eran simples drogadictos, jóvenes tirados en la calle que esnifaban pegamento. En aquella época, era un colectivo que mostraba comportamientos que hoy en día podemos advertir en gente de otros perfiles. Nacidos en un contexto de miseria, se educaban en la calle, y se cerraban a la educación en diversos ámbitos de su vida; pura supervivencia.
A partir de cierto momento, como veníamos diciendo, diversas expresiones populistas de derechas aprovecharán esos elementos preexistentes para introducirse en ese nicho. “Todo va mal”, “tu familia es esto o lo otro”, “tu abuelo murió en la Segunda Guerra Mundial y mira lo que tenemos que aguantar ahora, que esta gente nos robe el trabajo” [haciendo referencia a los colectivos migrantes].
Además, los medios de comunicación meterán mucha caña en ese sentido y a raíz de ese contexto y la mediatización de la escena, a partir de cierto momento, más que skins que se vuelven nazis, nos encontraremos con nazis que se hacen skins. "Soy nazi, esta es la estética que se lleva, yo también tengo que llevarla. Si mi vecino lo hace, yo también". Se creará una especie de moda o tendencia. Lo de siempre. Esto propiciará que un montón de jóvenes pasen a formar parte de esa tendencia.
La música es un altavoz, siempre lo ha sido. Dichas expresiones de derechas tienen conciencia de esta potencialidad de la música, saben que la música tiene un gran poder de atracción, y en consecuencia comenzarán a hacer música en una determinada dirección, con unos mensajes determinados, con el objetivo de atraer e ideologizar a la gente
A esto hay que sumarle la escena musical del momento. La música tiene una importancia inmensa. La gente dice a menudo “no, a mí sólo me gusta la música”; pero claro, la música es un altavoz, siempre lo ha sido, y aún a día de hoy. Dichas expresiones de derechas tienen conciencia de esta potencialidad de la música, saben que la música tiene un gran poder de atracción, y en consecuencia comenzarán a hacer música en una determinada dirección, con unos mensajes determinados, con el objetivo de atraer e ideologizar a la gente.
Así, de dicha interconexión de distintos procesos, poco a poco irán naciendo bandas más politizadas, que redirigirán ese mensaje antisistema abstracto y no ideologizado preexistente, que incluso podía aproximarse a posiciones de izquierdas en determinados elementos, a un discurso contra los inmigrantes.
Redirigirá ese mensaje antisistema abstracto y no ideologizado preexistente, que incluso podía aproximarse a posiciones de izquierdas en determinados elementos, a un discurso contra los inmigrantes
A su vez, empezará a darse una especie de conversión en ciertos grupos. Por ejemplo, en el caso de Skrewdriver. En un primer momento serán skins, parte de la escena general, pero a partir de cierto momento, empezarán a aparecer esvásticas, el tema del colectivo Blood and Honour…
Así es. Se podría decir que en un primer momento todos los grupos estaban en un rollo parecido, en torno al punk. El ejemplo de Skrewdriver resulta muy paradigmático. Al principio no hablaban de política. Incluso, el cantante de Skrewdriver ha mencionado alguna vez tener diversos discos de Trojan Records. Lo que significa que en algún momento de su vida no fue nazi.
Aunque Skrewdriver salta a posiciones fascistas, mucha gente seguirá asistiendo a sus conciertos, quizás porque esa conversión no era tan explícita todavía, o porque un par de años antes habían ido a ver un concierto de estos, o porque eran skins simplemente por el rollo estético. Claro, a partir de un momento el cantante creará Blood and Honour, por una serie de desavenencias que se darán dentro del National Front, y así Skrewdriver se convertirá en el altavoz de una organización política.
De alguna manera podemos compararlo con lo que ocurre actualmente. Son otros estilos de música y quizás los mensajes no sean tan políticos, por decirlo de alguna manera, pero los mensajes que se esconden tras las letras de gran parte de la música actual son asquerosos, totalmente machistas, entre otras cosas.
Los mensajes que se esconden tras las letras de gran parte de la música actual son asquerosos, totalmente machistas, entre otras cosas
Con movimientos de este tipo, conseguirán introducir el hocico en todo el popurrí que existía en esa época y poco a poco irá asentándose una escena. Irán apareciendo nuevos grupos y conseguirán crear una nueva escena, de alguna manera, blindada. En un primer momento, lo denominarán white noise o white power noise, pero, a partir de cierto momento, desde las posiciones de izquierda se creará el RAR, Rock Against Racism, y como reacción al mismo rebautizarán la escena como RAC, Rock Against Communism. En cualquier caso, no nos debemos dejar engañar por la literalidad del nombre. Ellos introducían en el mismo saco la lucha a favor de la igualdad racial, a favor de la homosexualidad… todos serán “rojos”.
Esta escena estará dinamizada en sus inicios por el National Front, y, posteriormente, cuando Ian Stuart crea Blood and Honour y tras acuñar el término RAC, se hará con la dirección de esa escena. En cualquier caso, Gran Bretaña tampoco será ninguna excepción, en Francia ocurrirá algo parecido.
Allí, en cualquier caso, la génesis de esta escena se dará de golpe. Incluso esos grupos que se supone que no son de derechas, como Snix, Tolbiac’s Toads y todos estos, son grupos de derechas, puede que no fascistas o nacionalsocialistas, pero suscriben posiciones políticas que siempre hemos conocido como fachas: de derechas, ultranacionalistas. Mucha gente dirá que no son fascistas, ya, sí, pero son parte de la misma comunidad. También se podría decir que los de Su Ta Gar no son comunistas, pero se posicionan en un lado del conflicto más que en el otro.
De acuerdo. Hablemos ahora de la respuesta que se le dará a eso.
El National Front estaba adquiriendo una gran fuerza en esa época, conseguirán una gran capacidad movilizadora, y el contexto empezará a tensarse. En un concierto de los Sham 69 aparecerá un grupo de bones [se refiere a bonehead, es decir, a los skins nazis] y tratarán de reventar el concierto. Desde la comunidad antifaxista, en respuesta a dicha evolución del contexto, se organizará en primer lugar dicho festival del Rock Against Racism, pero la respuesta no se limitará a ello.
Antinazi League ya existía con anterioridad, pero se estaba quedando algo descafeinado. Llevaban a cabo distintos señalamientos, carteladas y demás, pero el contexto se estaba poniendo feo y eran necesarias otro tipo de respuestas. Anti-Fascist Action (AFA) se creará en aras de responder a esa necesidad con el objetivo de conseguir la capacidad de llevar a cabo actos de acción directa.
Es decir, se sigue viendo la necesidad de un trabajo cultural más general, lo de llevar a cabo los señalamientos, etc., pero esta gente nos estaba golpeando directamente. En ese sentido la resistencia trascenderá de los términos puramente defensivos. El ataque es la mejor defensa, no vamos a quedarnos esperando a que aparezcan, iremos directamente nosotros a sus conciertos y espacios.
La resistencia trascenderá de los términos puramente defensivos. El ataque es la mejor defensa, no vamos a quedarnos esperando a que aparezcan, iremos directamente nosotros a sus conciertos y espacios
A su vez, durante el nacimiento de esa escena de izquierdas, también existirá una serie de grupos que andarán por la zona, que quizás no se posicionarán tanto a nivel político pero que podemos tomarlos como parte de la comunidad general: The Business, The Last Resort, The Burial, Skin Deep… Hay que tener en cuenta, por lo menos en mi opinión, que en esa época, la decisión de quedarse fuera de la política respondía en gran medida a un deseo de diferenciarse de la escena de derechas.
Cada vez que una persona veía a un skin por la calle, de primeras, pensaba que era nazi. En ese sentido, muchos grupos decidirán no emplear mensajes políticos para no ser parte de esa comunidad política. Además, aunque estuviesen de acuerdo con los postulados de izquierdas, no se identificarán con los partidos y organizaciones de la época o no querrán unirse a ellos.
También se creará el grupo The Redskins, formado a partir de militantes del Socialist Workers Party. También existirá Red Action, se crearán distintas bandas de izquierdas, Skinheads Against Racial Prejudice (SHARP) llegará a Europa… se darán distintos movimientos, pero, en general, la escena de izquierdas no será tan compacta.
Tras tocar un poco el desarrollo político de la escena, saltaremos a un momento histórico de gran importancia, al momento de creación de Cable Street Beat, lo que pasará a ser la línea musical de AFA.
Para ello, en primer lugar debemos dar un salto de algunos años hacia atrás, a la batalla de Cable Street. Cable Street era un barrio obrero de Londres, en el que vivían muchos inmigrantes de origen irlandés y judío. En esa época, contexto histórico del auge del fascismo, nacerá el partido de Oswald Mosley, de nombre Unión de Fascistas Británicos. Son ese personaje histórico y ese partido que hacen aparición en Peaky Blinders.
Dicho partido hacía suyo el fascismo, quería importar a Gran Bretaña el rollo de Alemania e Italia y comenzará por hacer un tour a lo largo de todo el país, organizando diversas manifestaciones y actos, tomando como referencia la Marcha sobre Roma de Mussolini. En el transcurso de ese tour decidirá ir a Cable Street, por las características del barrio. El 4 de octubre de 1936, Mosley aparecerá en Cable Street, junto con cerca de 3.000 blackshirts, defendido por cerca de 6.000 policías.
En respuesta a este acto el partido socialista, los comunistas, los anarquistas y los sindicatos llamarán a hacer frente a este evento y cerca de 100.000 personas responderán a la misma. Habrá choques entre la policía y los manifestantes y estos se desarrollarán entre barricadas. De esta manera, conseguirán cancelar el acto.
A raíz de este suceso el partido comunista, el socialista y los sindicatos adquirirán una fuerza impresionante. Debemos tener en cuenta que los integrantes de la clase trabajadora sufrían de manera directa la represión proveniente de los empresarios y terratenientes. De la mano de la crudeza de la situación, junto con el trabajo político que realizaron diversas organizaciones políticas, lograron politizar de manera más clara la diferenciación entre amigos y enemigos que previamente se daba de manera abstracta, y pasaron de tener al inmigrante como enemigo, a identificar al enemigo en el enemigo de clase.
Este día es un gran punto de inflexión para el movimiento obrero. El partido de Mosley y la tendencia política que éste encarnaba se encontraba en una tendencia ascendente pero la respuesta de Cable Street le asestara un golpe impresionante al fascismo de Gran Bretaña. De hecho, mucha gente considera este suceso como determinante a la hora de cerrar las puertas al fascismo tanto en Gran Bretaña como en otros lugares de Europa. Hay que tener en cuenta que la gente prefiere no estar en el bando perdedor, y en ese sentido este episodio desencadenará un gran efecto de apertura. Por todo ello, la Batalla de Cable Street es un símbolo para el movimiento obrero de Gran Bretaña.
Tomando la herencia de este suceso histórico, y en respuesta al contexto desarrollado en los párrafos precedentes, la Anti-Fascist Action presentará la dinámica Cable Street Beat en la década de los 80, a modo de línea musical propia. El principal objetivo será el de crear una escena musical propia; conscientes de la capacidad de influencia de la música en las nuevas generaciones, tendrá como objetivo generar un impacto político en estas, siendo explícitamente antifascista.
Anti-Fascist Action presentará la dinámica Cable Street Beat en la década de los 80, a modo de línea musical propia. El principal objetivo será el de crear una escena musical propia; conscientes de la capacidad de influencia de la música en las nuevas generaciones, tendrá como objetivo generar un impacto político en estas, siendo explícitamente antifascista
Organizarán conciertos de punk, conciertos de ska, conciertos de reggae, limpios de toda influencia de derechas, para que la gente pudiese asistir a estos tranquilamente. Tendrá un gran impacto, sobre todo en la gente joven, y a partir de un momento esta dinámica saltará a la arena internacional. En cualquier caso, el tema del fascismo empezará a desinflarse y en consecuencia todo el tema de Cable Street Beat también se irá desinflando poco a poco.
¿De qué manera se da esta expansión a nivel europeo?
Esta comenzará por Alemania, concretamente en Frankfurt. Debemos tener en cuenta que en cada lugar nos encontramos con un contexto y unos problemas políticos distintos. La experiencia de Gran Bretaña nace en contraposición al fascismo y a la escena musical que se desarrolla a su alrededor, pero en el caso de las dinámicas que se organizarán a lo largo de Europa la apuesta responderá en mayor medida a confrontar la expansión del apoliticismo.
La figura del skin apolítico empezará a expandirse, lo que en muchos casos se empleará a modo de pretexto para escuchar a grupos de música fascistas o nazis. A diferencia de la escena del reggae o del soul, las personas que abanderan el apoliticismo en la escena del Oi! han patinado históricamente hacia la derecha, sea en Gran Bretaña, en el Estado español o cualquier otro sitio. En Alemania comenzará a suceder eso mismo. Además, los grupos de derechas empezarán a adquirir fuerza poco a poco y ese contexto de apoliticismo permitirá que la asistencia a cualquier tipo de conciertos dependa de la decisión de cada persona. Con el objetivo de responder a esa tendencia en desarrollo crearán Cable Street Beat allí, para construir una escena explícitamente antifascista. De ese modo Cable Street Beat irá adquiriendo una dimensión internacional a lo largo de la década de los 90.
A diferencia de la escena del reggae o del soul, las personas que abanderan el apoliticismo en la escena del Oi! han patinado históricamente hacia la derecha, sea en Gran Bretaña, en el Estado español o cualquier otro sitio. En Alemania comenzará a suceder eso mismo
Finalmente, esto tendrá su reflejo en Euskal Herria.
Si, cuando yo me marché a GB en la década de los 2000, todos los skins de Euskal Herria eran antifascistas y de izquierdas. Sí que había una gente algo mayor que había comenzado a tontear un poco con el rollo del apoliticismo, que si “Skrewdriver suena que flipas…”, pero eran personas contadas y en general se solían tomar a broma ese tipo de comentarios. Con el tiempo, estos elementos tuvieron su propio desarrollo, y uno por ejemplo estuvo muy metido en traer a grupos de derechas a Euskal Herria, otro que conocíamos se volvió nazi, etc. En cualquier caso, quitando estas excepciones, cuando me fui a Inglaterra, la escena, más o menos politizada, más o menos militante, más o menos ideologizada, pero era de izquierdas, y antifascista.
Pero, más o menos en 2003, comenzaron a aparecer otro tipo de cosas en internet. A partir de cierto momento, se dieron una serie de conflictos y poco a poco todo empezó a emponzoñar. Claro, en el Estado español existían realidades diversas, por ejemplo en Cataluña siempre ha habido fascistas españolistas, pero también fascistas catalanistas. En Madrid, la realidad era otra, y, así, localmente, nos encontrábamos con contextos diferentes. En el caso de Euskal Herria sucederá algo distinto. El fantasma del apoliticismo comenzará a ganar espacio, todo ese rollo de relacionarse con grupos de derechas. Pero claro, la gente de aquí no se consideraba apolítica. Eran abertzales, de izquierdas, aquí no existía el perfil de apolítico puro.
Además, el proceso se da de manera gradual: comienza por escuchar la música, a partir de cierto momento comprar los discos, claro, al comprar un disco financias unas discográficas concretas, comprar sus camisetas, ir a verlos cuando tocan aquí o allá, desarrollando relaciones… Claro, el siguiente paso era traer a toda esa gentuza a Euskal Herria.
De hecho, con el paso del tiempo cierta gente que por la época andaba por ese ambiente me ha admitido haber visto a nazis madrileños al asistir a algún concierto en algún lugar de Euskal Herria, nazis que llevaban fanzines con el nombre Only for Whites, invitados por gente de Euskal Herria… Había empezado a desarrollarse una escena, habían empezado a normalizarse cosas que no podían ser normalizadas.
La gente de Euskal Herria empezará a ir a locales como De Kastelein [Brujas, Bélgica] que posteriormente pasaría a llamarse Moloko, gestionado por gente de Blood and Honour, en el que el 80% de la gente era nazi y el 20% restante fachas, gente de derechas. Además, esto coincidirá con el boom de las redes sociales, aparecerán ciertas fotos… y así, la bola de nieve comenzará a crecer y empezará a arrastrar distinta gente a este asunto. Desde el movimiento skin, llevábamos años reivindicando que los skins éramos nosotros y que ellos no eran más que nazis y enfrentándonos a ellos, y de repente, estos pasaron a ser gente a la que “le gustaba la música”, “gente guay”.
Desde el movimiento skin, llevábamos años reivindicando que los skins éramos nosotros y que ellos no eran más que nazis y enfrentándonos a ellos, y de repente, estos pasaron a ser gente a la que “le gustaba la música”, “gente guay”
A medida que pasa el tiempo, y a medida que esa escena se desarrolla, las personas que he mencionado antes, gente referencial en esa escena, empezará a intentar traer distintos grupos a Euskal Herria. Por ejemplo, el grupo francés The Veros, cuyo bajista aparece con una camiseta de Ian Stuart Donaldson Memorial en un videoclip de la banda [Ian Stewart era el cantante del grupo fascista Skrewdriver]. Es decir, ya no hablamos de llevar una camiseta de Skrewdriver porque te gusta su música, sino de vestir una camiseta homenajeando al creador de Blood and Honour.
En este contexto cierta gente reaccionará y decidirá que es mejor mantener ciertas puertas cerradas, para que el asunto no fuese a mayores y expandiese como en tantos otros lugares. Conocíamos la experiencia de Cataluña y la situación allí era muy problemática para esa época.
A partir de cierto momento la situación estalló. Yo vivía en Inglaterra mientras todo esto pasaba. Volví a Euskal Herria en 2008 y Cable Street Beat Euskal Herria nació por esas mismas fechas, con el mismo objetivo que antes he mencionado. En efecto, crear una escena que se le contrapusiese a esa escena en desarrollo y crecimiento. La cuestión no se limitaba al ámbito musical. Estos grupos fascistas cumplían una función política en la misma medida que ciertos grupos lo habían hecho en Euskal Herria. Comenzamos a organizar conciertos, pinchadas… el lema de nuestros eventos era claro: implacablemente antifascista.
El tema era el que ya se ha mencionado. No se trataba de que todas las personas que pululaban alrededor de dicha escena fuesen fachas, ciertos elementos que integraban la escena y participaban en su dinamización sí, pero la gran mayoría no. Muchos seguramente ni siquiera eran conscientes de esto o no conocían la cuestión en toda su profundidad.
Nosotros, por nuestra parte, tuvimos la oportunidad de exponer nuestro punto de vista en distintos gaztetxes, y en general, la recepción fue muy positiva en los casos en los que estuvieron dispuestos a escucharnos. En general, la gente entendía tanto el problema en sí como su gravedad. Otros prefirieron cerrar las puertas al debate y hacer oídos sordos, para seguir adelante con dichas relaciones. En cualquier caso, el espacio de debate dio para lo que dio, pero el conflicto prosiguió y se expandió a nuevos ámbitos y espacios, por desgracia.
Dicho lo cual, tras ese boom inicial la escena en cuestión se fue debilitando, el contexto cambió, tanto a nivel musical como a nivel político. Así, a medida que los tiempos cambiaban nosotros decidimos dar por finalizada la dinámica de Cable Street Beat Euskal Herria.
Bueno, pues tras haber hablado durante un par de horas, podríamos decir que la necesidad de politizar la escena musical es clara, que es necesario estar en ella, y que al fascismo no se le puede dejar ningún espacio.
Sí, en mi opinión está claro. No existen espacios vacíos. Los espacios que no llenamos nosotros los llenan otros. Lo mismo ocurre en el fútbol. Puede que haya gente a la que no le guste el fútbol, pero el fútbol existe, le gusta a mucha gente y tiene una gran capacidad movilizadora. Por lo tanto, no se puede abandonar tal espacio, no va a estar vacío, alguien lo llenará.
En ese sentido, es necesario ocupar esos espacios. Euskal Herria ha sido especial históricamente; puedes caminar por la calle sin ser atacado por un grupo de energúmenos. En los 90 ibas a Zaragoza y flipabas. Pero esto no cae del cielo, ha sido fruto de un trabajo político colectivo. En ese sentido no podemos bajar la guardia, hay que llenar todos los espacios.
Euskal Herria ha sido especial históricamente; puedes caminar por la calle sin ser atacado por un grupo de energúmenos. Pero esto no cae del cielo, ha sido fruto de un trabajo político colectivo
Que es un poco el espíritu de ese suceso histórico de Cable Street del 36, erradicar el problema, para que la bola de nieve no crezca hasta ser imparable.
Eso es, que la gente no normalice y mitifique posiciones políticas reaccionarias, menos aún considerándolas revolucionarias o antisistema. De la misma manera que hoy en día algunos puedan pensar que votar al retrasado de Alvise Pérez es guay, o el caso del Frente Obrero. Hay que medir bien las cosas para que transcurran por el buen camino. Ciertas cosas se hicieron mejor, otras peor, pero así ha sido históricamente en los conflictos políticos y de confrontación.
Que la gente no normalice y mitifique posiciones políticas reaccionarias, menos aún considerándolas revolucionarias o antisistema
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