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2021/03/23

No basta que el pensamiento impulse hacia la realización;

la misma realidad debe acercarse al pensamiento.

 

Karl Marx (1844) – Introducción para la crítica de la filosofía del derecho de Hegel[1]

 (Traducción)

El pasado 16 y 17 de marzo, la Herri Unibertsitate Nazionala reunió a alrededor de 300 personas en el campus de Vitoria-Gasteiz. Esta semana, por otro lado, tendremos las Herri Unibertsitate Lokalak en los diferentes campus. Desde hace algunos años, La Herri Unibertsitatea nos ofrece a muchos, tanto a estudiantes, como a quienes no lo somos, la posibilidad de abordar temas diversos y profundizar en la formación política. Una iniciativa que, según los organizadores, «pone en cuestión el modelo universitario de la UPV/EHU».

Sin embargo, este año la propia forma de la Herri Unibertsitatea ha sido especial, debido al contexto derivado del Covid-19, siendo aún más notable el compromiso de todos los que han trabajado para sacar adelante la iniciativa, adaptándose a las nuevas necesidades que requiere el estado de salud. Pero frente a este carácter responsable, nos encontramos con la postura de la UPV, que ha sido muy distinta, ya que, como se ha explicado en distintos lugares, ante la infraestructura adicional que requería la situación, la actitud del vicerrectorado se ha basado en poner trabas constantes, infantilizando totalmente la militancia, con propuestas unilaterales y hasta ofensivas. Sin embargo, teniendo clara la importancia de esta herramienta, el alumnado ha llevado a cabo la dinámica por encima de todos los límites y con total responsabilidad.

Este proyecto, que se organizó por primera vez hace unos ocho años, ha tenido, asimismo, un desarrollo evidente, lo cual es absolutamente lógico, ya que ha coincidido con el desarrollo de la situación política que se ha dado en Euskal Herria. Como bien se explica en el penúltimo editorial de Gedar, la Herri Unibertsitatea ofreció hace varios años una ocasión para el debate a aquella juventud que se encontraba huérfana sin  rumbo político. Si bien cumplía la función de cuestionar el propio modelo universitario, más allá de eso, fue una herramienta fundamental para reflexionar sobre la política y promover debates estratégicos. Aunque en años siguientes, lejos de perder importancia, ha ido cambiando de forma, sigue siendo de vital importancia. Me atrevería a decir que, actualmente, es una de las iniciativas más destacadas del año para el Movimiento Socialista que poco a poco se va consolidando; por un lado, para la exposición y el análisis crítico del desarrollo tanto político como teórico que se ha llevado a cabo durante todo el año y, en este sentido, para la reflexión de la dirección tanto estratégica como táctica del movimiento; y por otro lado, para profundizar en las diferentes enseñanzas históricas y teóricas.

Cabe destacar que el denominado Movimiento Socialista ha dado desde sus orígenes la importancia debida a la elaboración teórica, siendo evidente su necesidad como momento vital del proceso revolucionario. Si bien hace años muchos nos querían calificar de «teoricistas», esa afirmación ha caído por su propio peso, ya que es justo una propuesta en contra de ese saber por saber el que se ha desarrollado desde esos sectores de jóvenes y estudiantes. Es decir, es justamente la práctica contraria al consumo intelectual burgués la que el proletariado desarrolla con el momento teórico, ya que la teoría es una necesidad en el camino para revertir su carácter social. Y por eso, aunque, en el sistema capitalista que vivimos, sea la lucha histórica entre la clase obrera y el capital la que se debe llevar a cabo, hoy es necesario que la lucha de clases encuentre su forma en la lucha entre la teoría obrera y las ideologías burguesas. Además, en este caso, se le contrapone directamente a la universidad, institución que debería ser creadora de un conocimiento crítico, aquella propuesta que tiene por objeto la construcción de la subjetividad revolucionaria.

El proletariado necesita de la teoría para poder conocer su carácter histórico -la posición objetiva que ocupa en la realidad social- y desarrollar la forma más eficaz para superarlo. Es decir, la teoría es el momento del proceso revolucionario que supone la superación del ser social del proletariado. Es por ello por lo que no podríamos entenderlo como el punto de inflexión inicial de cualquier proceso. La teoría es una constante real, que cumple una función central mientras dure la sociedad de clases. Por supuesto, la teoría solo existe dependiendo de la práctica revolucionaria de la clase obrera, ofreciendo herramientas para el conocimiento de la lucha, identificando los quehaceres. Como dice aquella conocida frase, no hay movimiento revolucionario sin teoría revolucionaria, pero tampoco hay teoría revolucionaria sin movimiento revolucionario.

Por tanto, en ese momento teórico ocupan un espacio propio dinámicas como la Herri Unibertsitatea, donde cientos de personas tiene la oportunidad de trabajar distintas cuestiones de forma colectiva. Así, es especialmente interesante el estudio teórico y político que se da a este nivel colectivo, ya que ofrece la oportunidad de abrir puertas y añadir enfoques e ideas innovadoras a aquello que el individuo interioriza dentro de sus límites. Además, hay que añadir la inmensurable aportación de figuras concretas especializadas en distintas cuestiones, valorando esto como aportación indispensable a un proceso colectivo, alejándose de esa competitividad que caracteriza el saber por saber. Ejemplo de ello son las experiencias, perspectivas y debates que se han recogido durante años en la Herri Unibertsitatea.

Teniendo en cuenta lo dicho hasta ahora, se hace evidente lo indispensable que se ha vuelto la iniciativa para la ampliación de la estrategia revolucionaria comunista. Pero, más allá de eso, es fundamental que la militancia de distintos espacios y organizaciones que tienen como objetivo estratégico la construcción del Partido Comunista de Masas tenga una comprensión generalizada de la estrategia, y así lo explicaron también en la Herri Unibertsitatea de este año, en la charla El Movimiento Socialista y la construcción del Partido Comunista. Si bien es necesario que el militante que ejerce su labor de responsabilidad en el día a día se especialice tanto teórica como políticamente con respecto a su función, es aún más indispensable que entienda aquello que hace en comprensión de la totalidad. Es por ello por lo que estos espacios que ocasionalmente permiten una formación a nivel colectivo, se convierten en claves para el debate y la elaboración estratégica, y es indispensable relacionar siempre esa labor con las necesidades tácticas y la coyuntura política del momento. Es decir, la dinámica de trabajo y lucha llevada a cabo en los espacios de masas en el día a día, tal y como se explicó en la charla mencionada, tiene por objetivo la labor ideológica, es decir, convencer a sectores cada vez más amplios de la necesidad del comunismo, lo que nos exige necesariamente un conocimiento en profundidad de ese objetivo estratégico.

Es, por tanto, una evidencia la importancia que adquieren estas iniciativas para el Movimiento Socialista que se está desarrollando, ya que es tremendo el trabajo que hacen para alejar la teoría de las instituciones burguesas y subsumirla al proyecto revolucionario del proletariado. De este modo, el espacio para el desarrollo de la teoría se convierte en la base para ir desarrollando y ampliando la conciencia de clase central hacia la construcción de una sociedad sin clases, ya que convierte la teoría en una fuerza material. Sigamos, pues, en la «crítica despiadada de todo lo que existe» y defendiendo la Herri Unibertsitatea[2]


[1] https://www.marxists.org/espanol/m-e/1844/intro-hegel.htm