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(Traducción)

CONTEXTO GLOBAL:

Aunque esta crisis que vivimos sea llamada crisis del Covid19, es indispensable estudiarla como crisis de la formación social capitalista. Antes de que esto estallara, los distintos indicadores económicos preveían una recesión económica, debido en gran parte a la imposibilidad de superar la crisis económica de 2008 (Vela, 2015). Por otro lado, en cuanto a la previsión de la pandemia, desde 2008, la Agencia de Inteligencia estadounidense ha advertido de que la pandemia causada por una nueva enfermedad respiratoria sería la principal amenaza para la seguridad del país (Mackenzie, 2020).

En la situación geopolítica se está jugando una partida importante y habrá que analizar quien sale reforzado de todo esto. La gestión del Covid 19, la lucha sobre el G5 y el control de la inteligencia artificial, las medidas proteccionistas, las luchas sobre los recursos materiales... parece que todos ellos pueden desplazar el centro de gravedad geopolítico a Asia-Pacífico (Fernández Montoya, 2020). Analizar las tendencias a nivel mundial es imprescindible para analizar su impacto en Euskal Herria y también para desarrollar el internacionalismo proletario.

Que la riqueza de unos se construye a costa de la miseria de otros queda en evidencia analizando algunos datos. Amazon, por ejemplo, tuvo un récord histórico de entradas en pleno confinamiento, subiéndolas al 40 % (c/net.com). Tampoco serán moco de pavo las que tendrán esas multinacionales que participan en la carrera por la vacuna.

La deuda de todos los países importantes es instructiva. La del Estado español supera el 100 % de su PIB y la tendencia al alza parece imparable (Baños, 2020). La crisis del Estado del bienestar, al menos en Europa, es obvia. Sin embargo, la crisis económica tiene diferentes manifestaciones: crisis sanitaria, crisis política... La tesis de proletarización que desde el movimiento socialista se ha desarrollado en los últimos años ha adquirido un peso destacado y tendrá implicaciones prácticas de cara a los próximos meses y años.

NATURALEZA DE LAS MEDIDAS:


Mientras escribo estas líneas el estado de alarma y la posibilidad de establecer un toque de queda están sobre la mesa. Este cambio, aunque importante, no supone una modificación sustancial en la base del texto.

Antes de hablar de medidas, me gustaría mencionar que la dicotomía entre negacionistas y la ciudadanía ejemplar acritica es totalemente falsa. Al que hace crítica de las medidas, cualquiera que sea, se le tiende a imponer la ética negacionista, tratarlo como conspiranoico o irracional y obviar automáticamente su argumentación. Debemos romper con esta dicotomía y problematizar el sentido estratégico general de los movimientos de la burguesía y las medidas específicas. Por otro lado, muchos de los cambios que se han hecho en esta coyuntura han venido para quedarse y parece que el Gran Hermano de Orwell se está haciendo real.

La gestión de la pandemia puede sugerir desorientación o falta de control y la hipocresía y el cinismo se han impuesto en el discurso y la práctica de los políticos. No aplicar las medidas hasta después de la Vuelta a España ha sido lo que ha desempolvado esta última semana, la lista es larga: decir que en España no va a haber más que un puñado de infectados, andar diciendo que la mascarilla no sirve para nada, lanzar infinidad de hipótesis sobre los contagios por aerosol, decir que no se da contagio en colegios ni lugares de trabajo... Eso sí, hemos tenido que escuchar una y otra vez que el responsable de esta caótica situación es el proletariado irresponsable.El carácter clasista y autoritario de las medidas que se han tomado en los últimos meses ha quedado patente, como por ejemplo con el cierre de los barrios obreros de Madrid. El fondo de las medidas para combatir la pandemia se ha basado en el control policial y las medidas sanitarias han quedado subordinadas a objetivos económicos. Frente a esto, desde el movimiento socialista hemos defendido el control sobre la sanidad, que estará organizada en función de las necesidades del proletariado y no a las necesidades del proceso de valorización.

En Navarra hemos visto que en las últimas semanas la presencia policial ha crecido considerablemente. Esta misma semana, en los barrios pamploneses de Sanduzelai y Arrosadia, unos de los barrios más proletarios de Iruñerria, la Policía Municipal ha realizado 632 inspecciones. La frontera con Navarra está cerrada desde el jueves y parece que se va a decretar el estado de alarma para dar cobertura jurídica a las medidas que puedan venir. Han limitado considerablemente los derechos de reunión y libre movimiento que son básicos. Sólo se terminará permitiendo la movilidad para el sostenimiento del sistema, como para el trabajo o para ir a estudiar.

Finalmente, uno de los ejes principales de las medidas para hacer frente a la falta de solidez de todas estas políticas se ha establecido en la responsabilidad social individual y han querido hacer creer que la gravedad de la situación que vivimos ha sido una irresponsabilidad del proletariado.

MANIPULACIÓN MEDIÁTICA:

El papel de los medios de comunicación está siendo imprescindible en esta época. Aunque recibimos más información que nunca, paradójicamente, tenemos más desinformación que nunca. Además, las redes sociales nos hacen creer que nosotros elegimos la información y que, por tanto, tenemos información correcta y objetiva. Hay mucha manipulación con los datos y han sido utilizados constantemente para posicionar a la opinión pública. Muchos datos sí, pero a falta del marco teórico básico para contextualizar esos datos, nos hemos convertido en adictos a las estadísticas y más dependientes que nunca. Están jugando con las cifras de muertos y no podemos olvidar que en el caso de cada contagio, hospitalización o fallecimiento las personas, hay nombres propios.

Todo esto tiene serias dificultades para realizar una actuación política, parece que todo está prohibido y que no se puede llevar a cabo una práctica política de forma segura. Es imprescindible poner garantías para hacer la práctica política de forma segura.

POSICIONES POLÍTICAS:

Son muchos los que han criticado la gestión del Estado español. En la prensa internacional también han aparecido los fantasmas del «Estado fallido». La extrema derecha ha hecho un intento de moción de censura y ha fracasado y los partidos de la izquierda del capital también han puesto de manifiesto sus posiciones.

La socialdemocracia sigue ignorando las contradicciones que supone estar en la época del capitalismo implosivo y proclama políticas basadas en el restablecimiento del pacto social. Pero ya no se trata de una reforma o de una revolución, sino de una revolución o de una barbarie. La farsa del parlamentarismo burgués tiene cada vez menos credibilidad y el juego oportunista del «mejor gobierno posible» no hace más que apagar la ira y el potencial revolucionario del proletariado.

Pedir más medidas y aplaudir a los más exigentes, apelar al sentido común y pedir que seamos ciudadanos ejemplares, difundir vídeos que ponen el foco en la juventud a través de los agentes juveniles de los partidos políticos navarros... de esta manera, se está posibilitando la criminalización de la clase trabajadora y se legitiman indirectamente las violaciones de las libertades políticas en nombre del sentido común.

La situación sanitaria no tiende a mejorar a medio plazo, el discurso de los gobernantes se ha endurecido notablemente esta última semana y llegan meses duros. La crisis económica se ahonda, muchas fábricas han bajado la persiana, han obligado a cerrar a los hosteleros y los despidos y ERTES son constantes. Se prevé que la dureza de las medidas vaya aumentando de nuevo a medida que empeore la situación epidemiológica.

Nos toca fomentar la organización y que ese trabajo político sea colectivo es básico; debe centrarse en la organización de clase. Por medio del sentido común individual no conseguiremos nada, es más, conseguiremos eternizar la situación y criminalizar a la clase obrera y aumentar los conflictos dentro de ella, en vez de organizar al sujeto.

Ante este brutal empeoramiento de las condiciones de vida de la clase trabajadora, es urgente garantizar las condiciones para hacer política, para poder frenar la ofensiva y trabajar en la construcción del socialismo.

La campaña llevada a cabo por el GKS muestra con claridad cuáles son las tareas más importantes en los próximos meses. Luchar por las libertades políticas y poner los medios para garantizar las condiciones materiales de vida de los sectores más vulnerables, junto con el despliegue de la organización de clases. El proletariado empieza a cansarse y nos toca organizar la ira, ¡sigamos trabajando!