Un joven de 22 años ha fallecido tras sufrir un accidente laboral cuando trabajaba en Artzentales. Es, por lo menos, la vigésima tercera muerte laboral este año en Euskal Herria. Según las estadísticas, quince familias han sido desahuciadas en los últimos cinco días en Hego Euskal Herria. Apenas hay noticias sobre dichos sucesos en los periódicos, en la televisión, en las redes sociales. La inflación vuelve a subir y la soga que está ahogando a las familias obreras aprieta cada vez más. Mientras, el BBVA ha dado a conocer que ha ganado 2.200.000.000 de euros en el primer trimestre del año. 2.200 millones. Iberdrola, por su parte, ha acumulado 2.760 millones.
Cinco días. La ofensiva económica de la oligarquía no cesa y la barbarie que está viviendo la clase obrera no da respiro. Ni por un segundo.
Han aparecido en Iruñea pintadas fascistas exigiendo que se mantenga el Monumento a los "Caídos" en defensa del golpe de estado del 36. El mismo día hemos sabido que, por enfrentarse a los fascistas de Vox, dos compañeros serán juzgados en Lizarra. En la Universidad del País Vasco (EHU/UPV), por su parte, 6.000 miembros han firmado una declaración en la que piden que la Policía no entre en la universidad y que se garanticen los derechos políticos fundamentales. En marzo, en un contexto de movilización estudiantil, al rectorado le bastaron 2.000 firmas para salir en todos los medios de comunicación, criminalizar las movilizaciones estudiantiles y justificar la represión de la Ertzaintza.
Cinco días para darse cuenta del auge del fascismo, del empeoramiento de los derechos políticos y de la tendencia autoritaria del estado en general.
Cinco días ha durado el último espectáculo mediático de Pedro Sánchez. Esos que para los medios de comunicación parecían los cinco días más importantes del año, pero, para la mayoría de la sociedad, solo han sido otros cinco días que reflejan la situación cada vez peor que estamos viviendo. Y, una vez más, han puesto fin con mentiras y falsos compromisos a la enésima intervención para blanquear la cara de los partidos socialdemócratas.
Estas fueron las mejores frases proferidas por Sánchez al final del espectáculo: que la sociedad está viviendo una buena situación económica, que se respira paz social, y que se compromete a que se avance en materia de derechos y a que se revitalice la democracia. Traduzcamos las palabras de Sánchez a un lenguaje que nos resulta más comprensible: la defensa de los intereses de la clase explotadora, la represión y la militarización, y la profundización en el carácter autoritario de la democracia burguesa. Así lo demuestran las medidas aprobadas la semana pasada, antes de montar esta función, en el Consejo de Ministros: construir un centro de reclusión para personas migradas en la isla de Alborán, en mitad del Mediterráneo, y destinar al gasto militar otra partida de 1.129 millones de euros, en plena tarea de reforzar la ofensiva imperialista de Occidente y cuando el estado sionista, apoyado por el Gobierno español, ha asesinado a 34.454 palestinos en los últimos meses.
Las mentiras de la socialdemocracia chocan cada vez con más dureza con la dominación de clase que sufre la clase trabajadora en el día a día. Cada vez es más evidente que no hay ninguna solución por parte de los partidos integrados en el sistema. Y, por tanto, es imprescindible para nosotros alejarnos de ellos y desarrollar nuestro propio camino.
Mañana es el Primero de Mayo, un día clave en la historia de la lucha obrera. Desde Euskal Herriko Kontseilu Sozialista (EHKS) hemos hecho un llamamiento a tomar las calles de Bilbo, para empezar a dar cuerpo a una alternativa basada en la solidaridad, la independencia y la lucha de las trabajadoras, y para extender la necesidad de construir poder obrero. Con paso firme, vamos avanzando. ¡Nos vemos ahí! ¡Hay alternativa!