FOTOGRAFÍA / Lander Moreno
Eneko Carrión
@enekocarri
2021/05/06

CRISIS MULTIDIMENSIONAL DEL BLOQUE EUROPEO

En un reportaje anterior analicé los cambios y la lucha entre las dos potencias más grandes de nuestra era (China y USA) destacando la importancia de esta pugna para el bloque europeo, el cual se encuentra en una situación realmente complicada. Este reportaje busca profundizar en las consecuencias de los cambios geopolíticos para el bloque europeo y los cambios que se avecinan, haciendo especial hincapié en los fondos europeos. La crisis a la que se enfrenta Europa, lejos de ser algo coyuntural, es algo que se viene manifestando durante la última década, agudizada con la crisis de 2008 y la irrupción de la COVID-19. Lejos de estar limitada a un solo aspecto, la crisis que padece cuenta con una extensa y compleja lista de dimensiones. De todas ellas, me gustaría destacar las que creo que son de mayor relevancia para los retos políticos actuales.

Economía

La razón de ser de la UE era la articulación de un bloque geopolítico con capacidad para competir con EEUU y las emergentes economías asiáticas. Liderado por el eje franco-alemán, creían que la unión monetaria y la libre circulación de mercancías posibilitarían que los países más débiles crecieran y aumentaran en capacidad competitiva. La crisis del 2008 echó por tierra todas estas aspiraciones y dejó en evidencia las más que notables deficiencias del proyecto europeo. La aplicación de las medidas de austeridad tenía como objetivo recuperar la rentabilidad y así aumentar la inversión y reactivar la economía. Para ello, aplicaron medidas para la reducción de la participación de los salarios unido a las privatizaciones y recortes (desmantelamiento del estado del bienestar), pero lejos de ello no han conseguido más que agravar los problemas que ya había [1]. Y cuando aún no había salido del agujero, aparece un virus que como indica la tabla hace tambalear las mayores potencias del mundo.

Es representativo ver como aunque la UE siga siendo la región más integrada en las cadenas globales de valor, también es la zona donde la participación más ha caído en los últimos años, y la tendencia lejos de reducirse se ha acelerado desde 2019 [2]. Esto es clave en la nueva reconfiguración de las cadenas de valor a nivel mundial, en la que la pugna entre EEUU y China juega un papel determinante.

Es representativo ver como aunque la UE siga siendo la región más integrada en las cadenas globales de valor, también es la zona donde la participación más ha caído en los últimos años

Sanidad

Los datos no dejan lugar a dudas: la gestión de la pandemia ha sido un auténtico desastre. Europa registra hasta el 9 de abril 47.042.779 contagios, de los que 998.025 han fallecido [3].

La incapacidad de los gobernantes queda aún más en entredicho cuando países como China o Corea del Sur han registrado 4.636 y 1726 decesos respectivamente [4]. La estrategia de mitigación adoptada por la mayoría de los países ha demostrado ser totalmente ineficaz y que la dicotomía sanidad-economía es irreal.

Por otro lado, el tema de las vacunas roza el insulto: a día 30 de marzo solo el 4,2 % de la población mundial había sido vacunada [5]. El sistema con las mayores capacidades productivas de la historia no es capaz de organizarse para hacer frente a esta crisis sanitaria. La irracionalidad del mercado capitalista en estado puro, un sistema donde la salud es una mercancía más no puede ser lo máximo a lo que podemos aspirar como sociedad, es hora de imaginar y creer en la posibilidad real del socialismo.

Migración

Otra expresión de la crisis europea es la que concierne al tema migratorio. El desarrollo desigual y las intervenciones imperialistas generan grandes movimientos migratorios hacia Europa, lo que supone un reto para la gestión de los países y de la unión en general. Los ahogamientos, las deportaciones y los campamentos de refugiados muestran la violencia del capitalismo de forma sumamente explícita. Según datos de CEAR, en 2019 al menos 1.318 personas perdieron la vida en el Mediterráneo, lo que eleva la estimación a más de 40.000 personas en lo que llevamos de siglo XXI [6]. Los datos convierten al paso del Mediterráneo en la ruta migratoria más mortal del mundo, todo un logro para la Europa de las libertades.

Los datos convierten al paso del Mediterráneo en la ruta migratoria más mortal del mundo, todo un logro para la Europa de las libertades

Política

La incapacidad de las instituciones europeas ha generado gran rechazo y desconfianza, lo que ha ayudado a fortalecer y expandir movimientos euroescépticos, mayoritariamente de carácter fascista (Amanecer Dorado en Grecia, Partido de la Libertad en Austria, Demócratas Suecos en Suecia, Frente Nacional en Francia, Liga Norte en Italia y, por ejemplo, Alternativa para Alemania).

El tema de la inmigración ha generado divisiones internas bastante notables, debido en gran parte a la falta de acuerdo en el tema del mecanismo de repartición de solicitantes de asilo por cuotas. El grupo de Visegrado, formado por Eslovaquia, Polonia, Hungría y República Checa (aglutinan alrededor de 65 millones de ciudadanos) sobresale por su reiterada actitud de bloqueo y rechazo hacia los refugiados [7]. El fantasma del fascismo vuelve a recorrer Europa.

La crisis económica unida a la incapacidad de las antidemocráticas instituciones europeas (BCE, la Comisión Europea, el Consejo Europeo…) está poniendo en jaque la viabilidad del proyecto de la oligarquía para Europa, cuyo máximo exponente ha sido el Brexit.

BREXIT

La marcha del Reino Unido es uno de los acontecimientos más relevantes de la historia de la unión. Después de cuatro años de negociaciones y acuerdos, la marcha se materializó el 31 de diciembre de 2020. Más allá del impacto económico, que las dos partes han intentado que fuera lo más reducido posible, el peso político de que un miembro como Reino Unido la abandone supone un duro golpe para el proyecto. Es un país vital en lo que a materia de defensa concierne, ya que cuenta con un gasto militar superior a la media europea, dispone de una triada nuclear y ocupa un asiento permanente en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas. Esta salida sienta un peligroso precedente, ya que puede empujar a que otros miembros sigan el mismo camino [8]. La siguiente cronología muestra la evolución de la complicada relación entre Reino Unido y la Unión Europea.

Aunque se haya consagrado la salida, ciertos aspectos como el régimen libre de aranceles del mercado interior de la UE se han mantenido. La dependencia de unos y otros es más que evidente. El 57 % de bienes industriales británicos encuentran mercado dentro de la unión, mientras que las exportaciones de servicios financieros, liderados por la City de Londres, reportan 60 mil millones de libras, es decir, que el 43 % de las exportaciones financieras van a la UE. Este es uno de los elementos clave del proceso de negociación, que aún tiene bastantes aspectos que concretar. Reino Unido es una economía «rentista» que depende de servicios financieros e industriales (suponen un 7 % de su PIB), sector mucho más pesado que el manufacturero [8].

Pero en lo que a fuerza de trabajo y movilidad respecta, esta ya no se podrá mover con total libertad sino que requerirá de ciertos trámites burocráticos. Esto ha provocado una fuerte caída en la inmigración neta, lo que reduce significativamente la aportación de todos estos a las arcas del estado, elemento clave en el mantenimiento del sistema de pensiones y en otras prestaciones sociales.

Y aunque la COVID haya golpeado duramente Reino Unido, 127.078 muertos hasta el 4 de abril, la política de vacunación está siendo mucho más eficaz (36.904.755 dosis administradas hasta el día 6 de abril) que la de la Unión Europea, lo que puede suponer un refuerzo del gobierno de Boris Johnson [5].

El Reino Unido afronta un futuro incierto, con una economía con un crecimiento débil en inversión y productividad si la comparamos con la tendencia de los años 90 u otras economías de la OCDE. Pero no todo son puntos débiles, ya que la salida le otorga la opción de repensar e intentar establecerse de otra manera dentro de los cambios geopolíticos mundiales.

FONDOS EUROPEOS AL RESCATE

En medio de este convulso contexto aparecen los supuestos salvadores de la patria europea, los mundialmente conocidos fondos europeos. Aunque se hable mucho de ellos, la falta de transparencia e información de las instituciones europeas, españolas y francesas limitan nuestra capacidad de analizarlos en detalle y profundidad. Cabe destacar que esos fondos aún no existen, ya que aún no se ha establecido el sistema para conseguirlos, por lo que la comisión europea no puede acudir a los mercados de capitales. Pero pese a ello ya comienzan a aflorar planes de inversión en diferentes sectores [9]. La relevancia política de estos es algo incuestionable, por lo que debemos seguir analizando la información con la que vamos contando de cara a establecer un posicionamiento político adecuado.

La falta de datos precisos obliga a remarcar que muchas de las cifras que se van a usar en este reportaje no son totalmente exactas, por lo que deben entenderse de forma orientativa. La variedad de fondos y mecanismos con los que cuenta la UE llevan a muchas confusiones, por lo que debo puntualizar que los fondos a los que haré mención son los establecidos por el Mecanismo de Recuperación y Resiliencia (MRR), Estos fondos son subvenciones y préstamos a los Estados miembros, por un valor de 672.500 millones de euros, más otros 47.500 millones en subvenciones para la Ayuda en la Recuperación para la Cohesión y los territorios de Europa. Estas son las principales partidas de lo que se conoce como Next Generation UE (2021-2026), que ascienden a unos 750.000 millones de euros.

El estado español recibirá, en principio, unos 140.000 millones de euros, cuyos objetivos están recogidos en el plan que presentó el gobierno, titulado España puede. Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia. De esos 140.000 millones, 100 deberán ser devueltos, lo que aumentará el ya preocupante problema de la deuda.

El plan España puede cuenta con los siguientes cuatro ejes transversales [10]:

  • Una España Verde
  • Una España Digital
  • Una España sin brechas de género
  • Una España cohesionada e inclusiva

Por otro lado, tenemos las conocidas como políticas palanca, cuyo objetivo es realizar reformas estructurales para lograr un crecimiento sostenible e inclusivo. La siguiente lista incluye estas 10 líneas y el porcentaje de los fondos que pretenden captar:

  1. La agenda urbana y rural y lucha contra la despoblación (16 %)
  2. Infraestructuras y ecosistemas resilientes (12,2 %)
  3. Transición energética justa e inclusiva (8,9 %)
  4. Administración para el siglo XXI (5 %)
  5. Modernización y digitalización del tejido industrial y de la pyme, recuperación del turismo e impulso a una España Nación Emprendedora (17,1 %)
  6. Pacto por la ciencia y la innovación; refuerzo de la capacidad del Sistema Nacional de Salud (16,5 %)
  7. Educación y conocimiento, formación continua y desarrollo de capacidades (17,6 %)
  8. Nueva economía de los cuidados y políticas de empleo (5,7 %)
  9. Impulso de la industria de la cultura y el deporte (1,1 %)
  10. Modernización del sistema fiscal para un crecimiento sostenible e inclusivo

Estos 10 puntos evidencian cuales son las prioridades y necesidades de modernización del capitalismo en el estado español. Cobran peso las inversiones en lo denominado como Green New Deal, mejora de infraestructuras, digitalización del tejido industrial, investigación y desarrollo y cambios en la formación de la fuerza de trabajo.

Por su parte y como no podía ser de otra manera, la burguesía vasca quiere su pellizco de los fondos y siguiendo el Plan Euskadi Next aspira a obtener 5.702 millones de euros para los próximos 5 años [11]. Este plan prioriza ciertos ámbitos como los relacionados con industria, transporte, construcción, innovación, digitalización y energías, los cuales abarcarían más del 65 % de los fondos. Por otro lado tendríamos la salud y los cuidados con un 13 %, la educación con 2,4 % y la economía circular contaría con un 9 %. Entre los grandes proyectos tenemos algunos como el AVE, el canal de Navarra o el megaproyecto de acuicultura de la antigua central nuclear de Lemoiz.

Lejos del tinte social que se les quiere dar, los fondos no son más que un rescate corporativo con el objetivo de sostener y fortalecer empresas estratégicas y ayudarlas a mejorar su posición respecto a otros competidores. No podemos caer en la falsa dicotomía de público-privado, ya que uno y otro son sujetos clave en la reproducción del capital. Se realizarán inversiones en sectores como las infraestructuras, la innovación o la internacionalización, pero también buscan fomentar la mermada capacidad de consumo con apuestos como el ingreso mínimo vital.

No podemos olvidar que este dinero no es gratis, todos los fondos están condicionados al cumplimiento del Reglamento y también de las recomendaciones anuales de la UE (lo que conocemos como Semestre Europeo) y para su desembolso es necesario que la Comisión Europea y el Consejo Europeo aprueben los planes de país La asignación de estos no va a ser algo puntual, sino que será parte de un proceso que durará hasta el 31 de agosto de 2026 (plazo para la ejecución de los planes). Las condiciones son diversas pero las podemos aglutinar en dos grupos, el primero hace referencia al ingente volumen de deuda pública (continental, estatal y autonómica), que en algún momento debe ser pagada. Y por otro lado, tendríamos las «recomendaciones», que en el caso del Estado español incluye la no derogación de la reforma laboral, la mejora en condiciones laborales y en el salario mínimo y la necesidad de reformar el sistema de pensiones. [12]

Posicionamientos políticos frente a los fondos

Dada la importancia de estos fondos, todos los partidos y sindicatos han corrido a buscar la posición política que más les conviene en la tesitura actual. El debate y la polémica surgida entre ELA y la Izquierda Abertzale Oficialista ha puesto sobre la mesa interesantes debates, como la tendencia del capitalismo y su modernización o la política que se debe tener hacia la Unión Europea. Aún así los límites de uno y otro son evidentes, demostrando una vez más la gran desorientación ideológica de la izquierda actual. Las palabras de Larraitz Ugarte (EH Bildu) en Gara son sumamente ilustrativas [13]: «La Unión Europea ha marcado unas prioridades que coinciden con los objetivos de cualquier fuerza de izquierdas». Tanto uno como otro comparten la pretensión y necesidad de modernizar el sistema, a lo que denominan como transición ecológica y social, es decir, que no tienen ni la más mínima pretensión de acabar con el sistema capitalista y apostar por la construcción del socialismo (algo que por otro parte creo que estaba bastante claro).

La mayoría de los partidos de la izquierda del capital han aceptado estos fondos, como pone de manifiesto la aprobación del Reglamento del Mecanismo de Recuperación y Resiliencia (MRR o RRF) por el Parlamento de la UE. Se aprobó por 582 votos a favor, 40 en contra y 69 abstenciones. La mayoría de los y las diputadas de izquierda aglutinados en The Left, se abstuvieron (21 de 39, incluido el representante de EH Bildu) mientras que votó en contra uno y a favor del Reglamento 15, entre ellos Podemos e IU. Otro ejemplo sería que EH Bildu haya votado a favor del Real Decreto Ley que regula los Fondos en el Estado español [9]. La socialdemocracia no hace más que seguir legitimando el orden social capitalista, vendiendo humo a las amplias masas de la clase trabajadora y limitando el desarrollo de movimientos realmente revolucionarios.

La socialdemocracia no hace más que seguir legitimando el orden social capitalista, vendiendo humo a las amplias masas de la clase trabajadora y limitando el desarrollo de movimientos realmente revolucionarios

Mientras Sortu cree que estamos ante un momento de oro mediante el cual avanzar en una lucha cultural para fortalecer un modelo socioeconómico postneoliberal, ELA rechaza estos fondos por su condicionalidad y se posiciona a favor de una crítica radical de la lógica neoliberal, fomentando la propiedad pública y la gestión social [14] [15]. Pello Otxandiano (Sortu) acepta la idea de que estamos ante una especie de momento keynesiano, es decir, de un posible cambio en la lógica neoliberal de las instituciones europeas, el cual se podría afianzar mediante la lucha social. La dicotomía entre keynesianismo y neoliberalismo no deja ver con claridad los cambios que estamos viviendo, tanto en la función de los estados y las instituciones supraestatales como en los intentos de relanzar la acumulación vía modernización productiva.

En mi opinión, la aceptación de estos fondos por parte de la izquierda abertzale oficialista no hace más que reafirmar su apuesta política por convertirse en gestor del capital mediante la participación en todo tipo de instituciones, desde las autonómicas, a las estatales hasta las europeas. Más allá de su discrepancia táctica, ELA y la IAO siguen sin poner en duda la misma lógica sistémica del capitalismo, aceptando y promoviendo una supuesta neutralidad de las instituciones burguesas, por lo que como socialistas nos toca criticar sin tapujos ambos planteamientos políticos

Más allá de su discrepancia táctica, ELA y la IAO siguen sin poner en duda la misma lógica sistémica del capitalismo, aceptando y promoviendo una supuesta neutralidad de las instituciones burguesas

CONCLUSIONES

La relevancia de los cambios en el bloque europeo es algo indiscutible, debemos seguir analizando las tendencias económicas y geopolíticas de cara a mejorar nuestros análisis y saber donde centrar nuestras capacidades para mejorar la correlación de fuerzas actual. La decadencia del bloque europeo es una realidad, pero pese a ello no podemos darlo por muerto. No debemos volver a caer en el error de infravalorar las capacidades de cambio y adaptación que tiene este sistema.

Los fondos europeos serán uno de los elementos centrales en los próximos meses por lo que debemos ser capaces de establecer una posición coherente con los principios socialistas. En este sentido, no podemos dejar de señalar y criticar a toda esa izquierda cobarde que no hace más que perpetuar este orden explotador y opresor. La crisis que tenemos enfrente, es un reto pero también una oportunidad de politizar amplias masas de clase trabajadora, que vivirá en sus carnes la cara más cruel de este orden social. Nos toca estar a la altura de los retos que tenemos por delante.

REFERENCIAS

[1] Roberts, M. (2016). La larga depresión. Barcelona, Viejo Topo

[2] Herrero,A & Junyu, T (2020) Deglobalisation in the context of United States-China decoupling. Obtenido de: bruegel.org

[3] OCDE (2021)

[4] Statista (2021)

[5] Our World in data (2021)

[6] INFORME 2019: Las personas refugiadas en España y Europa. CEAR

[7] El grupo de Visegrado. El Orden Mundial

[8] Roberts, M (2020). The brexit deal. Obtenido de: thenextrecession.wordpress.com

[9] Rodríguez, A (2021). Bienvenido Mr Marshall. Obtenido de: vientosur.info

[10] España puede. Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (2021). Obtenido de: lamoncloa.gob.es

[11] Euskadi Next 2021-2026. Eusko Jaurlaritza. Obtenido de: euskadi.eus

[12] Fernández, G (2021). 6 mitos en torno a los fondos europeos de recuperación: una mirada desde Hego Euskal Herria. Obtenido de: vientosur.info

[13] Ugarte, Larraitz (2021). Despropósito es dar por perdido lo que no se luchó. Obtenido de: naiz.eus

[14] Otxandiano, P (2021). Fondos europeos como marco de lucha estratégica táctiva y praxis política. Obtenido de: erria.eus

[15] Noval, M (2021). Fondos europeos: Realidad y despropósitos. Obtenido de: elsaltodiario.com

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