FOTOGRAFÍA / Ikasle Abertzaleak
Mattin Aranburu
@aranburu_m
2022/03/04

Lo uno trae a lo otro: donde hay una organización política independiente de la clase trabajadora, también hay represión. En los últimos años, en Euskal Herria, los campus e institutos han sido espacios para la difusión de la organización política revolucionaria. Se puede decir que el germen de lo que hoy día conocemos como Movimiento Socialista también ha crecido en el ámbito educativo. Ese camino, sin embargo, se ha visto encadenado por la represión, como no podía ser de otra forma.

Este reportaje es un repaso de la forma que ha tomado la represión en los centros educativos de Euskal Herria. El texto se refiere a la naturaleza de la represión que tenemos como objeto de estudio y a la forma que esta adquiere en la educación. Asimismo, la lista de casos concretos de represión tiene como objetivo ilustrar la primera parte. Hay que aclarar que la caracterización de la represión que se va a dar no se basa en una conceptualización finalizada. De hecho, se basa en experiencias concretas que se han dado y tiene como objetivo, a lo sumo, contribuir a esta conceptualización que está por hacer.

REPRESIÓN

Para abordar el tema de la represión, situaremos la cuestión en términos de clase. Por ello, para decir que la represión es represión, no vamos a fijarnos en el grado de violencia, no vamos a considerarlo automáticamente como represión a partir de un nivel de violencia. Debemos situarlo en términos de clase, ya que lo que se reprime es la organización independiente de la clase trabajadora, las expresiones con potencial comunista y la represión es el ataque sistemático contra ellas.

Debemos situarlo en términos de clase, ya que lo que se reprime es la organización independiente de la clase trabajadora, las expresiones con potencial comunista y la represión es el ataque sistemático contra ellas

Son varios los elementos a tener en cuenta para tratar de la represión aquí y ahora. Dos de ellos son el proceso de proletarización que tenemos enfrente y el ciclo político que hemos dejado atrás, que se ha cerrado con el fracaso del Movimiento de Liberación Nacional Vasco.

De cara al futuro, la forma e intensidad de la represión actual y de los próximos años vendrán determinadas por la ofensiva política ligada a la crisis de acumulación capitalista. El resultado de esa crisis es un proceso de proletarización. Resumidamente, estamos viviendo un amplio empeoramiento de las condiciones de vida y, en relación a ello, el aumento del control social, además de la represión. Podemos esperar que esta tendencia se agudice en los próximos años y, como no, esto repercutirá en el ámbito educativo.

Por otra parte, es necesario situar los últimos años en el final de un ciclo político y al inicio de otro, ya que la naturaleza de la represión en el ciclo político que se cierra y del aparato jurídico construido durante décadas para responder a ella ha tenido una gran influencia, y la sigue teniendo hoy en día también. Cada vez, el Estado se sirve de los elementos que más le convienen para llevar a cabo la represión y, tras años de lucha del ­MLNV ha quedado un gigantesco aparataje jurídico-policial.

Es de suponer que a corto-medio plazo predominará entre nosotros y nosotras una represión de baja intensidad que, por ahora, son permitidas por el severo control y la debilidad de la organización independiente de la clase trabajadora. Esto, sin embargo, no significa que la burguesía no esté reforzando en la retaguardia los recursos tecnológicos, jurídicos y culturales necesarios para una represión de alta intensidad. Por ello, es necesario abordar desde hoy la lucha por los derechos políticos y en contra de la represión, ya que son las propias condiciones para la lucha política las que están en juego, y sin ellas no queda nada.

Es necesario abordar desde hoy la lucha por los derechos políticos y en contra de la represión, ya que son las propias condiciones para la lucha política las que están en juego, y sin ellas no queda nada

REPRESIÓN EN LA EDUCACIÓN

La represión aterriza en numerosos ámbitos de la sociedad. Si nos referimos a la forma y función que adopta en la educación, es necesario tener en cuenta también el papel que desempeña la educación en la sociedad capitalista. Esta es una institución de gran importancia cultural. Entre otros, tiene el objetivo de insertar en las amplias capas trabajadoras los hábitos de vida y el marco de comprensión burgueses, es decir, toda una cosmovisión. De la misma forma, puede ser un foco para reforzar la organización independiente de la clase trabajadora. La represión tiene, por un lado, el objetivo de neutralizar estos focos y, por otro, también una importante función cultural.

Dado que lo que se reprime es la organización independiente, nos centraremos en el tipo de represión de los ámbitos educativos que toma lugar en Euskal Herria. Cabe recalcar que quedaría fuera la Educación Primaria. Sin embargo, hay que recordar que en la Educación Primaria se establecen unas bases ideológico-culturales para la represión que se va a dar en etapas posteriores, como la docilidad del alumnado y el reconocimiento de las figuras autoritarias. Esta etapa cumplirá, por lo tanto, en lo que se refiere a la represión, la función de establecer ciertas bases conductuales.

Siguiendo con la definición de los subámbitos de la educación, cabe hacer una distinción fundamental entre la Educación Secundaria Obligatoria y la universidad. También en la forma que adopta la represión hay rasgos diferenciados al comparar estos dos ámbitos. Influyen, entre otras, la diferencia de edad del alumnado de uno y otro, la relación de este con el profesorado y semejantes figuras autoritarias, y las distintas características que tiene la militancia política en cada uno.

La represión en Educación Secundaria Obligatoria y Bachillerato

Con el fin de establecer una serie de distinciones generales, podemos mencionar cuatro elementos ligados a la represión en la educación secundaria: control, autoritarismo, vulneración de derechos políticos fundamentales e intervención policial.

Es necesario asociar conceptualmente la represión y el control, ya que no son términos intercambiables. El control es el recurso que permitirá la represión y que, cuando sea necesario, hará efectiva o permitirá cualquier tipo de ataque. En cuanto a los centros educativos, las dos vías de control más comunes son las cámaras y las plataformas digitales. Mediante plataformas digitales como INIKA, ALEXIA, y parecidas, se digitaliza completamente el proceso académico del alumnado, con las posibilidades que esto ofrece para el almacenamiento y gestión de la información, tanto para que las observaciones, faltas y notas del profesorado lleguen directamente a los teléfonos de los progenitores como para que grandes corporaciones como Microsoft propongan contenidos y alimenten el Big Data. Todo esto que suele hacerse en nombre de la eficiencia del proceso educativo ofrece posibilidades tecnológicas para el seguimiento total del alumnado y, por tanto, también facilita el camino hacia la represión. Si se controla el proceso académico a través de plataformas digitales, mediante las cámaras se consigue controlar el movimiento del alumnado. A pesar de que todavía no se han instaurado en todos los institutos de Euskal Herria, el número de centros con cámaras de videovigilancia ha aumentado considerablemente. Tanto el uno como el otro han sido causa de numerosas luchas y movilizaciones del movimiento estudiantil.

El autoritarismo y la persecución de la organización política tienen especial fuerza en la educación secundaria. Esta persecución, a menudo, es personal. La infantilización del alumnado, la fuerza de las figuras autoritarias y la cercana relación entre estas y los alumnos-padres influye notablemente en este tipo de casos. Han sido varios los alumnos militantes que han iniciado una dinámica política y han sufrido una presión insoportable por parte de profesorado-dirección-padres. Hay quienes lo han denunciado públicamente, como es el caso del instituto Orixe, Tolosa, en 2019 o en Ekialdea, Gasteiz, este año. Pero es seguro que ha habido decenas de casos que no han tenido resonancia como sabrá cualquiera que se haya acercado a la militancia política en los institutos.

Con la vulneración de derechos políticos fundamentales se quiere hacer referencia a los ataques a las condiciones para la reunión, la huelga, la propaganda y, en general, la militancia política. Así pues, la denegación de aulas controladas y gestionadas por el alumnado, las prohibiciones para colocar carteles y pancartas, la vulneración del derecho a huelga y la supresión de la posibilidad de expresión política son algunas de las que podemos mencionar aquí. Todas ellas son, en definitiva, obstáculos para que la organización política independiente cobre fuerza.

Aunque se piense que la intervención policial está más ligada al ámbito universitario, también hay casos que podemos mencionar en la educación secundaria. Desde la presencia de la Policía Nacional que es habitual en Iruñerria, hasta los policías que el año pasado entraron a registrar los móviles del estudiantado en Bergara. Es evidente que los institutos tampoco son espacios ajenos a la intervención policial.

Represión en la universidad

Hay diferencias con respecto a la educación secundaria. Si bien el autoritarismo adquiere relativamente menos peso por cuestiones de edad, podemos decir que la intervención policial y la vulneración de derechos políticos fundamentales son aún más severas.

Los espacios de control proletario situados en la universidad han sido y son hoy en día medios importantes para el desarrollo de una organización política independiente. En los últimos años podemos mencionar los espacios Leioako Gune Askea, Gurutze Gorria y Printza en Leioa, también la Ikasle Gela de Gasteiz y el espacio Ibaetako Gunea que recientemente ha sido noticia. En este caso, además, dado que los estudiantes que fueron expulsados por la policía en la Facultad de HEFA, en la lucha por un espacio que necesitaban para organizarse, han recibido multas de hasta 20.000 euros.

En las huelgas estudiantiles se han hecho reivindicaciones de muy diversa índole, y no todas se han limitado a las necesidades y demandas del alumnado. Ejemplo de ello es la reiterada adhesión a la huelga del personal de limpieza, en muchas ocasiones con una actitud activa en sus movilizaciones. Sin embargo, esta colaboración ha sido obstaculizada por la UPV en todo lo que ha podido, como demuestra el caso del estudiante que estuvo en riesgo de ser expulsado durante el curso 2020/21 en Gasteiz. Quisieron abrir un expediente académico a un estudiante de la Facultad de Farmacia, acusándolo de participar en los incidentes de la huelga y amenazado con su expulsión.

La represión policial es la segunda que se agudiza en la universidad con respecto a la educación secundaria. La presencia policial en el campus va camino de normalizarse por completo, por no mencionar a los vigilantes de empresas privadas de seguridad. La tendencia a la intervención policial se ha acentuado y la imagen de que la universidad era un espacio libre de policía ha decaído en los últimos años. Sin embargo, además de las intervenciones directas ha habido otras. Un ejemplo de ello son los seguimientos, amenazas y ofertas de colaboración que durante meses sufrieron dos militantes de Leioa en 2019.

La presencia policial en el campus va camino de normalizarse por completo, por no mencionar a los vigilantes de empresas privadas de seguridad

REPRESIÓN EN LA EDUCACIÓN, 2016-2022

A continuación se han recogido algunos casos de represión que se han dado en los centros educativos de Euskal Herria en los últimos años, así como algunas luchas significativas por los medios de organización política y los derechos políticos. Hay que señalar que muchos de los casos que ocurren en el día a día son aquí imposibles de reunir, aunque no por ello tienen menos importancia a la hora de obstaculizar la organización política independiente.

Desalojo de la Herri Unibertsitatea en la Facultad de San Mamés. Marzo de 2016

En la Escuela Técnica Superior de Ingeniería de Bilbo, ubicada en San Mamés, la Ertzaintza ingresó el 14 de marzo y expulsó a los 41 estudiantes que se preparaban para dormir allí. El encierro iba a durar tres días siguiendo el programa de la Herri Unibertsitatea de Bilbo, pero el director de la facultad llamó a la policía. Un total de 35 estudiantes desalojados fueron multados con 25.535 euros basándose en la Ley Mordaza.

Huelga estudiantil contra la LOMCE. Marzo de 2016

En Gasteiz ocho personas fueron detenidas por la Ertzaintza durante la jornada de huelga contra la LOMCE. Uno de ellos tuvo que ser hospitalizado con un traumatismo craneoencefálico. En Iruñea, la Policía Foral se abalanzó sobre los manifestantes e interceptó a cuatro personas. Todos ellos eran menores de edad; se les imputaba por desórdenes públicos. En Bilbo, se realizó una sentada y la policía identificó a cuatro jóvenes.

Leioako 6ak aske (Los 6 de Leioa en libertad). Abril de 2016

Los arrestos se produjeron el 26 de abril de 2016 en una manifestación de protesta, precisamente, por la represión que la UPV había reforzado en los últimos meses hacia el movimiento estudiantil. Bajo el lema ikasleon aurkako erasorik ez! (no a las agresiones contra el alumnado) el movimiento estudiantil realizó cinco exigencias a la UPV: que no abriese expedientes disciplinarios a los estudiantes detenidos en marzo de 2016 en la universidad de San Mamés (detenidos en el encierro de la Herri Unibertsitatea en San Mamés); la suspensión de las denuncias y demás medidas contra los estudiantes de Gasteiz detenidos en marzo de 2016; la intervención en el caso de un alumno procesado en Leioa y la búsqueda de una solución a su situación; medidas definitivas para evitar la de la ­Ertzaintza en la UPV; y la expulsión de las fuerzas policiales que estaban en la facultad. Cuando los estudiantes intentaron entrar en el Rectorado de Leioa fueron desalojados por la Ertzaintza. Seis estudiantes fueron detenidos y procesados y, en total, más de quince estudiantes resultaron heridos por la ­Ertzaintza. Los seis alumnos procesados por lo ocurrido iniciaron la dinámica Leioako 6ak aske. El proceso judicial se ha prolongado durante años y aún no se ha realizado el juicio. El último de los 6 miembros declaró en 2019 por desobediencia a la autoridad, atentado a la autoridad, desórdenes públicos, lesiones e injurias.

Homenaje en Hernani. Octubre de 2016

La Audiencia Nacional investigó el homenaje celebrado en septiembre de 2016 en el instituto Agustín Iturriaga de Hernani con motivo del Gudari Eguna, por enaltecimiento del terrorismo y humillación a las víctimas. Alumnos, profesores y representantes de la organización Ikasle Abertzaleak tuvieron que declarar.

Elecciones a rector de la UPV. Noviembre de 2016

Con motivo de las elecciones al rector de la UPV, el movimiento estudiantil organizó una manifestación en Leioa bajo el lema Ikasle borrokaz, geurea eraiki (construir lo nuestro mediante la lucha estudiantil). Antes del inicio de la manifestación, la Guardia Civil interceptó dos autobuses que trasladaban a los estudiantes que tenían previsto acudir a la manifestación desde Gasteiz hasta Leioa, e identificó a varios estudiantes. Una espectacular operación policial en Leioa tomó el campus para el inicio de la manifestación. Poco después de iniciarse la protesta, la Ertzaintza arremetió contra los estudiantes y detuvo a un manifestante. Al final de la manifestación, los estudiantes intentaron llevar una carta al Rectorado, pero la Ertzaintza les impidió el acceso. Hubo cargas y altercados después, y varios detenidos.

Desalojo de la Herri Unibertsitatea Nacional en la Facultad de San Mamés. Febrero de 2017

El 23 de febrero de 2017 la ­Ertzaintza desalojó el campus de San Mamés de la UPV e identificó a 203 alumnos. Cuando los estudiantes que estaban realizando la Herri Unibertsitatea recibieron la amenaza de desalojo, se subieron al tejado para evitarlo y pasaron allí la noche del miércoles al jueves. Hubo una gran presencia de la Ertzaintza. Fueron más de quince furgones los que participaron en el desalojo de los 203 estudiantes que se encontraban en la azotea de San Mamés. Este se produjo sobre las 05:00 horas, tras identificar a todos y cada uno de los alumnos.

Leioako Gurutze Gorria (Cruz Roja de Leioa). Diciembre de 2017

Tras años de abandono en el campus de Leioa, los estudiantes ocuparon el antiguo edificio de la Cruz Roja. La UPV, tras descartar cualquier posibilidad de negociación, envió a la ­Ertzaintza una semana después de la ocupación a expulsar a los estudiantes del interior del edificio, y las excavadoras derribaron el edificio que durante años había estado vacío.

La lucha por el derecho a la huelga en la Ikastola Arizmendi. Febrero de 2018

La organización Ikasle Abertzaleak inició una lucha contra las limitaciones del derecho de huelga en la Ikastola Arizmendi de Arrasate. Las exigencias de IA eran las siguientes:

  • Que la desvinculación del 25 % del estudiantado no fuera motivo para anular la convocatoria de la huelga
  • Poder hacer parones en igualdad de condiciones en la huelga
  • Que los compañeros de 4º de ESO tuvieran derecho al parón y a la huelga
  • Derecho a retrasar el examen en caso de coincidir las jornadas de huelga con una jornada de examen
  • Que los militantes de IA pudieran ejercer libremente su labor política en el centro

Tras la movilización nacional llevada a cabo por Ikasle Abertzaleak en Arrasate, se logró que la dirección se comprometiera a cumplir con los puntos reivindicados.

Espacio Autogestionado Printza de Leioa. Abril de 2018

El estudiantado ocupó en abril de 2018 la planta baja del centro de investigación Achucarro de Leioa. Allí habilitaron, por ejemplo, nada más entrar, una biblioteca, un espacio para la colectivización de apuntes, un lugar para el descanso de los alumnos y un lugar para quien necesitara pasar la noche. Tras la denuncia, la Ertzaintza, que había merodeado en la zona desde los primeros días de la ocupación, desalojó el espacio y al estudiantado.

La Guardia Civil en el Aula de Estudiantes de Gasteiz. Junio de 2018

El 29 de junio de 2018 la Guardia Civil detuvo a tres miembros del movimiento estudiantil acusados de enaltecimiento del terrorismo y humillación a las víctimas. Las detenciones se llevaron a cabo por orden de la Audiencia Nacional del Estado Español y en la operación policial entraron en el campus alavés de la UPV guardias civiles, registraron Aulas de Estudiantes y se llevaron ordenadores y otro material. Según la Guardia Civil, estas aulas se utilizaron para «organizar actos violentos de diversa intensidad», aunque a las personas detenidas no se les imputó por ello. Las detenciones se vincularon a varios actos organizados en el campus de Gasteiz. En concreto, la Guardia Civil relacionó la operación policial con el acto celebrado el 27 de septiembre de 2017 con motivo del Gudari Eguna y con los actos celebrados en marzo y diciembre de 2016.

Expulsiones en el instituto Orixe de Tolosa. Enero de 2019

La Red de Autodefensa de Tolosaldea (TAS) puso en marcha en enero de 2019 una lucha para mejorar las condiciones de estudio del instituto Orixe. La rueda de prensa fue rodada en vídeo y difundida. En ella explicaron que querían modificar los criterios de evaluación vigentes. Dos días después de hacerse público el vídeo, la dirección comunicó que aplicaría sanciones. Por llevar a cabo la rueda de prensa, los alumnos y alumnas tuvieron que pasar un día de clase en la biblioteca para resumir esquemáticamente el reglamento del centro y realizar un mural en la biblioteca. Asimismo, tuvieron que firmar un informe, basado en la normativa, donde se pedían disculpas y se decía que no se iba a repetir lo sucedido. Los cinco alumnos que no firmaron este informe fueron expulsados del centro durante tres días. La TAS convocó el 22 de febrero una movilización nacional en Tolosa por la negativa que recibieron los alumnos por parte de la dirección para llevar a cabo una negociación y por la represión sufrida por los estudiantes. Al final de la manifestación, en el exterior del centro, la ­Ertzaintza identificó a siete alumnos por «suscitar la sospecha de los agentes». Por otro lado, durante toda aquella mañana, los alumnos de Orixe no tuvieron permiso alguno de salir de clase, ya que tuvieron prohibido salir desde el comienzo y hasta el final de las clases. La entrada estaba cerrada con cuatro furgonetas de la Ertzaintza.

Cámaras en el instituto Eunate de Txantrea. Febrero de 2019

En 2019 en el instituto Eunate de Iruñea se inició una lucha contra las cámaras. Debido a que en el instituto de Txantrea se pusieron trece videocámaras, se puso en marcha la lucha para eliminarlas. La movilización nacional convocada por la Red de Autodefensa Estudiantil de Iruñerria reunió a unos 600 estudiantes pese a que todos los institutos de la zona no permitieron que los estudiantes secundaran la huelga. Para mayo, consiguieron que se retirasen todas las cámaras.

Seguimientos y peticiones de colaboración a militantes de Ikasle Abertzaleak. Julio de 2019

Dos militantes de Leioa sufrieron a lo largo del curso amenazas, seguimientos, llamadas, chantajes o peticiones de colaboración por parte de policías vestidos de paisano, según explicaron en una rueda de prensa realizada en verano. Los policías de paisano quisieron obligarles en varias ocasiones a ir con ellos a lugares apartados. Amenazaban a uno con los hechos ocurridos a principios de curso a raíz de una dinámica puesta en marcha para denunciar la presencia de personal de seguridad en la Facultad de Ciencias Sociales y de la Comunicación de la UPV. Lo amenazaron con iniciar la vía judicial para expulsarlo de la universidad. Tanto las llamadas como los seguimientos se prolongaron durante meses, y le decían que la única vía para acabar con todo esto era colaborar con ellos: dar nombres, informar de posibles acciones futuras, etc.

Otro estudiante del mismo campus fue el otro militante que estuvo en el punto de mira de la represión policial. La policía acudió hasta el portal de su piso de estudiantes y lo amenazó a raíz de los hechos de una iniciativa en favor de los presos políticos: lo amenazaron con la expulsión de la universidad y con una sanción. Le decían que tuviera cuidado, debido a su actividad en el movimiento estudiantil.

Lo amenazaron con iniciar la vía judicial para expulsarlo de la universidad. Tanto las llamadas como los seguimientos se prolongaron durante meses, y le decían que la única vía para acabar con todo esto era colaborar con ellos

Militante de la organización UIB en riesgo de expulsión por apoyar al personal de limpieza. Marzo de 2020

El pasado 2 de marzo iniciaron una huelga de cinco semanas las trabajadoras de limpieza subcontratadas por la UPV y el Departamento de Educación. En una semana, Unibertsitateko Indar Batasuna (Unión de Fuerzas de la Universidad) informó de que la UPV había amenazado a un miembro del movimiento estudiantil con abrirle expediente por apoyar la huelga del personal de limpieza. Varios estudiantes y personal de limpieza denunciaron públicamente en el campus de Gasteiz las amenazas y mostraron su solidaridad con el joven. Finalmente se consiguió que no se le abriera el expediente.

A falta de un espacio de trabajo político en Ibaeta. Febrero de 2021

La Universidad del País Vasco arrebató a principios de curso al movimiento estudiantil el espacio dedicado a la actividad política. Ante ello, UIB ocupó la sala Zorroaga del campus de Ibaeta, donde permanecieron decenas de estudiantes hasta que al día siguiente todos los alumnos fueron identificados, cacheados y desalojados por la Ertzaintza mediante una operación descomunal. En total, a los estudiantes les llegaron unas sanciones de hasta 20.000 euros.

UIB ocupó la sala Zorroaga del campus de Ibaeta. [...] En total, a los estudiantes les llegaron unas sanciones de hasta 20.000 euros

Un militante del instituto Ekialdea de Gasteiz bajo la amenaza de ser expulsado. Enero de 2022

En el instituto Ekialdea de Gasteiz, un militante fue amenazado con la expulsión, acusado de realizar pintadas llamando a la manifestación convocada por la GKS el 29 de enero. El mismo día denunciaron la prohibición de poner propaganda a la militancia de IA en el instituto Koldo Mitxelena.

Ibaeta: campus policial. Febrero de 2022

Un año después de la operación policial que desalojó la sala Zorroaga, el mismo día en que Ikasle Abertzaleak y Unibertsitateko Indar Batasuna convocaron una manifestación en protesta por la represión política en la universidad, la Ertzaintza entró en el campus de Ibaeta. Mientras que los estudiantes estaban realizando propaganda política para la movilización de la semana siguiente, agentes de la Ertzaintza se presentaron en el lugar y accedieron a las facultades de HEFA y Psicología. Además de realizar labores de rastreo, identificaron a un estudiante, al que amenazaron con una sanción económica.

Las dos exigencias de la movilización, convocada por UIB e IA, fueron que la policía tuviera prohibido el acceso al campus y que la UPV asumiera la responsabilidad de hacer frente a las sanciones impuestas en febrero de 2021.

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