Lo que no te cuentan de Donosti realizó sin éxito la concentración de ayer en Easo: fueron muchos más los ertzainas que se movilizaron para protegerlos, y aún más las personas que acudieron para hacer frente a los reaccionarios.
Estamos viendo con preocupación, en un momento en el que la miseria y un sinfín de problemas asociados a ella se están expandiendo, cómo se están extendiendo ciertos discursos peligrosos de criminalización y odio contra las personas migrantes. Y no podemos dejar espacio alguno a dichos discursos reaccionarios que son pasto para el fascismo. En este sentido, lo ocurrido ayer en Donostia marca una dirección: tenemos que ponernos frente a frente con la reacción y los reaccionarios.
Para combatir el racismo, el clasismo y el fascismo mismo, es imprescindible desnormalizarlos, y eso no lo conseguiremos dando un "voto antifascista" en un sistema electoral que asume candidaturas fascistas; ni entendiendo la lucha contra el fascismo de una manera abstracta. Combatir el fascismo debe implicar, entre otras cosas, no dejar ningún espacio a ideas racistas y clasistas; confrontar directamente a quienes apoyan dichas ideas, y no permitir que se normalicen las ideas reaccionarias, y menos en nuestras calles.
Los reaccionarios se quejaban ayer: decían que ellos eran cuatro y nosotras 500. Nos tendrán enfrente, porque no podemos permitir que propaguen su odio intoxicador. Seremos más la próxima vez, porque combatir el fascismo significa, sobre todo, organización política.