Por si aún quedaran dudas, los últimos acontecimientos en Donostia son clarificadores. Gracias a las contramovilizaciones, el año pasado Lo que no te cuentan de Donosti tuvo que dejar de hacer convocatorias para señalar a personas migradas, pero parece que alguien intenta tomar el testigo para difundir mensajes de odio. De hecho, tomando como excusa denunciar la "inseguridad", a través de redes sociales han difundido una convocatoria para este viernes, en Altza. La han apoyado tanto Juventud Combativa como Patrullas Vecinales Donostiarras. "Animan" a sumarse a "todo emigrante que esté a favor de endurecer leyes contra los delincuentes", dejando claro a quién harán responsable de la "inseguridad" en dicha concentración: a las personas migrantes.
Partidos de sobra conocidos como Vox o el PP, el fascista Frente Obrero que quiere disfrazarse de rojo, grupos reaccionarios que se esconden tras la máscara de "vecinos"... Son muchos los grupos que tratan de aprovecharse de la miseria y del malestar que se están agudizando en la sociedad, para difundir ideas fascistas. Para ello se aferran a cualquier cosa, incluso a cuestiones que probablemente no les importen lo más mínimo: hemos visto denuncias de agresiones machistas y de "delincuencia", solo cuando los agresores o "delincuentes" son de un origen concreto o pobres; hemos visto al españolista PP abogando por exigir saber euskera a los migrantes, si sirve para quitarles prestaciones sociales. Y, al fin y al cabo, vemos a muchos aprovecharse de las consecuencias de la miseria para difundir discursos racistas y clasistas. No odian la pobreza (y la injusticia que la sustenta); no odian a los responsables y las causas de dicha pobreza: odian a los pobres.
Debemos dejar en evidencia el carácter de estos grupos que cada vez disimulan menos y combatir sus mensajes de odio. Que las concentraciones de LQNTCDD fracasasen demostró que es tan urgente como eficaz combatir los discursos que son pasto del fascismo, cerrando el paso, en este caso, al clasismo y al racismo. Y hay que decir que, de forma parecida, apestan a clasismo y racismo las palabras de Antxustegi, del PNV, al pedir una "migración ordenada" y sugerir que "a Euskadi se viene a trabajar"; o incluso las palabras de Otegi, de EH Bildu, cuando supuestamente ha apoyado la migración, pero para que las personas migradas le "sirvan cafés en las terrazas" o "hagan trabajos que nadie quiere". No normalicemos estas ideas, que refuerzan plenamente el marco de comprensión de los fascistas. Pase lo que pase, unidad de clase.