Llegué a Arneactive a través de un colega. He estado un año y medio trabajando allá, y me han intentado echar tres veces. Esta empresa antes era una cooperativa que finalmente decidió vender la fábrica a Arneplant, que es una de las empresa de plantillas más grande del mundo y es de Arnedo (La Rioja).

¿En qué momento pusisteis en marcha la lucha a favor de una mejora salarial?

Hace unos meses, nos empezamos a juntar los trabajadores, porque además de que las condiciones laborales son pésimas, había una diferencia salarial con los veteranos.

La cooperativa vendió la empresa a Arneplant con la condición de que a los trabajadores de allí se les mantuviese el sueldo, de 1.500 euros prorrateado en doce pagas. Los trabajadores nuevos que entrábamos cobrábamos 1.100 euros y sólo se nos subía a un máximo de 1.250; de ahí ya no se subía más.

Empezó a irse gente de la fábrica, y empezamos a juntarnos los trabajadores. Finalmente, decidimos hacer una asamblea entre todos. El objetivo de la asamblea era que se nos equiparara el salario con los demás trabajadores. Participamos casi toda la plantilla, y ahí fue cuando se decidió pedirle a la empresa que nos equipararan el sueldo.

¿Fue entonces cuando hablasteis con la dirección?

Fuimos a donde la dirección y les enviamos una carta en nombre de la asamblea de los trabajadores. Pedimos que uno de los trabajadores de la asamblea participase en las reuniones entre la dirección, el delegado y el liberado sindical, en este caso, de LAB. Y la empresa respondió diciendo que no, que ningún trabajador podía participar en la reunión y que no habría subida salarial, porque ya cobrábamos por encima de lo que indica el convenio.

Y a partir de entonces, habéis denunciado que la dirección ha amenazado a los trabajadores...

Sí, empezó a haber amenazas. A mí anteriormente también intentaron hacerme un parte o ponerme una falta, e intentaron echarme culpándome por algo que no había hecho. Más tarde, se hizo otra asamblea de trabajadores, y volvimos a pedir que nos subieran el sueldo. Nuevamente nos volvieron a decir que no lo iban a hacer. Y siguieron amenzándonos con el despido por esto.

¿Os dijeron explícitamente que habría despidos debido a las asambleas de los trabajadores?

No, decían que era por motivos relacionados con la producción.

Y al final cumplieron sus amenazas...

A mí me han despedido. En la carta de despido ponía que era por motivos disciplinarios, pero luego a mí me dijeron que me echaban por problemas en la producción. Se basaron en esas excusas, pero las amenazas de despido contra los trabajadores siguen ocurriendo.

¿Qué conclusiones sacáis con todo lo que ha ocurrido?

Al final es un ataque que ha hecho la empresa cuando ha visto que los trabajadores estábamos empezando a organizarnos. Es un ataque por el cual voy a pagar yo las consecuencias, pero al final es un ataque colectivo; están atacando a la asamblea de trabajadores. Es un ejemplo de que los empresarios tienen la impunidad para hacer lo que haga falta.